Un conflicto parental en la era digital
Julián Gil manifestó su descontento con la campaña mediática que busca que su hijo menor Matías, concebido con la actriz Marjorie de Sousa, conozca al astro del fútbol Lionel Messi. La indignación del actor no radica en que su vástago admire al deportista argentino, sino en descubrir que la madre del niño está detrás de esta iniciativa mientras le impide el contacto paternal.
El contexto del distanciamiento familiar
Gil compartió escasos momentos con su hijo Matías antes de que su ruptura sentimental desencadenara una batalla legal por la custodia, donde De Sousa obtuvo la patria potestad del menor. Julián, reconocido por su presencia activa en la vida de sus otros descendientes, ha interpelado públicamente a Marjorie para comprender las razones que le impiden interactuar con Matías, cuyo parecido físico con el actor resulta notable.
La postura de los implicados
El intérprete argentino, quien admira abiertamente a Messi, declaró en el programa “Despierta América” —impulsor de la campaña— que posee los contactos necesarios para concretar el encuentro futbolístico. “Solo requiere que ella me contacte, aunque considero fundamental que primero conozca a su progenitor. Reto a Marjorie y a ‘Despierta América’ a generar una iniciativa para que Matías se relacione con su padre, hermanos y sobrinos”, afirmó con determinación.
Las repercusiones del conflicto
Gil criticó la contradicción de promover el encuentro con un ídolo deportivo mientras se obstaculiza el vínculo familiar. “Resulta una falta de respeto negarle el acceso a su parentela”. Calificó como absurdo priorizar el conocimiento de una figura pública sobre la reconstrucción de los lazos filiales, reiterando su disposición para facilitar el encuentro con Messi si la madre así lo solicita. Respecto al silencio mediático de De Sousa, Gil sostuvo que evidencia falta de argumentos sólidos: “Su mutismo refleja incapacidad para defenderse. Solo se expresaba cuando le convenía estratégicamente”.




















