Justin Baldoni mantiene su demanda contra Blake Lively y Ryan Reynolds

La batalla legal entre Justin Baldoni y la poderosa pareja de Hollywood, Blake Lively y Ryan Reynolds, está lejos de terminar. A pesar de que un juez desestimó parcialmente la demanda por difamación de 400 millones de dólares, el cineasta y su equipo jurídico no se dan por vencidos. ¿Podría este caso redefinir los límites de la libertad de expresión en la industria del entretenimiento?

Bryan Freedman, abogado de Baldoni, asegura que la desestimación no es una derrota, sino una oportunidad para reforzar su estrategia. “El tribunal nos ha permitido reformular la demanda con pruebas más contundentes”, declaró. El corazón del conflicto radica en acusaciones de acoso sexual y una supuesta campaña de desprestigio orquestada por Lively, algo que su equipo niega rotundamente.

El juez Lewis J. Liman determinó que las declaraciones de Lively están protegidas por la Primera Enmienda, pero dejó abierta la puerta para que Baldoni presente cargos revisados, especialmente en lo relacionado con interferencia contractual. ¿Será este un caso donde el sistema judicial prioriza la reputación sobre la libertad creativa?

Mientras tanto, los abogados de Lively no pierden tiempo: califican la demanda como una “farsa” y planean exigir indemnizaciones. Con el juicio programado para 2026, este enfrentamiento podría convertirse en un precedente clave para futuros conflictos legales en Hollywood. ¿Quién tiene realmente la razón? Solo el tiempo—y los tribunales—lo dirán.

Lo que comenzó como una disputa personal ahora es un fenómeno mediático, con seguidores de ambos bandos analizando cada movimiento. En un mundo donde las redes sociales actúan como jurado paralelo, este caso demuestra que, en la era digital, hasta los conflictos legales se libran en la corte de la opinión pública.