En mi larga trayectoria siguiendo la difusión de nuestra cultura, he sido testigo de cómo la música es el embajador más efectivo. Este martes, el embajador de México en Italia, Genaro Lozano, recibió a la legendaria Banda El Recodo, de Cruz Lizárraga, como parte de su gira europea. Este tipo de encuentros no son solo protocolo; son la columna vertebral de la diplomacia cultural, forjando lazos con un lenguaje universal.
Un Encuentro en “La Casa del Pueblo”
En la sede de la embajada, a la que muchos llamamos “la casa del pueblo” en Italia, el embajador Lozano compartió un momento genuino con los integrantes de El Recodo, reconociendo no solo su talento, sino su papel como iconos de la identidad mexicana. He aprendido que en estos espacios, más allá de los discursos, lo que perdura es la calidez humana. “Muchísimas gracias a la Embajada de México en Italia por todas las atenciones, y en especial al embajador Genaro Lozano por la invitación, por el recorrido por las instalaciones de la embajada y por mostrarnos el increíble arte que resguardan”, expresó el conjunto musical. Es precisamente ese acceso privilegiado al acervo cultural lo que deja una huella imborrable en los artistas.
La Ruta Cultural: Más Allá de la Música
“Es un verdadero gusto estar en estas tierras y poder compartir este momento con ustedes”, señaló la agrupación. Pero el verdadero aprendizaje, lo sé por experiencia, sucede fuera de las recepciones. Posteriormente, los músicos emprendieron una inmersión cultural, visitando los emblemáticos El Vaticano y el Coliseo Romano. Estas visitas no son simples paseos turísticos; son una fuente de inspiración y un recordatorio del peso de la historia, algo que sin duda enriquecerá su arte y se reflejará en sus futuras interpretaciones, llevando un pedazo de Italia en cada nota que toquen.
