La polémica campaña de American Eagle que revive un debate racial

La actriz Sydney Sweeney protagoniza la última campaña de American Eagle, un proyecto que ha desatado una tormenta digital al vincular moda y genética con un mensaje interpretado como racialmente cargado. El eslogan “Sydney Sweeney has great jeans” —un juego de palabras entre jeans (pantalones) y genes— ha sido criticado por perpetuar ideales de belleza eurocéntricos y supremacía blanca.

En el spot, Sweeney reflexiona sobre la herencia genética —color de ojos, cabello— mientras afirma “mis jeans son azules”, reforzando el doble sentido. La campaña llega en un contexto político polarizado en EE.UU., donde algunos la leen como un guiño al movimiento MAGA y sus ideales estéticos.

El debate ha resucitado la polémica campaña de Calvin Klein en 1980, donde Brooke Shields, entonces menor de edad, declaraba: “¿Quieres saber qué hay entre mis Calvins y yo? Nada”. Ambos casos comparten estrategias: uso de celebridades que encarnan estereotipos de belleza, lenguaje provocativo y juegos de palabras con connotaciones genéticas.

Expertos en comunicación señalan que estas tácticas, aunque efectivas para generar engagement, reflejan una industria publicitaria que aún normaliza la sexualización y los estándares racializados. ¿Es innovación disruptiva o reciclaje de polémicas pasadas? La conversación sigue en redes, donde usuarios exigen responsabilidad en el marketing contemporáneo.