La Cuenta Regresiva Ha Concluido: Frankenstein de Del Toro Llega a México
El momento tan anticipado por los cinéfilos ha llegado. Tras su estreno en el Festival de Cannes y meses de especulación, la nueva película de Guillermo del Toro, “Frankenstein“, se proyecta desde este jueves en salas selectas de la República Mexicana. Pero, ¿se trata realmente de la historia de terror que el público espera?
Una Reinterpretación que Cuestiona la Esencia Humana
Esta versión lleva el sello inconfundible del cineasta tapatío. No es una cinta de terror convencional, ni presenta al monstruo que la cultura popular ha consagrado. La narrativa exige ser experimentada en primera persona para comprender su verdadero alcance. El contraste con el impacto mediático actual no podría ser más drástico: en 1818, la novela original de Mary Shelley se publicó con una modesta tirada de 500 ejemplares, sin la seguridad de que alguien se atreviera a leerla.
El Legado Personal de un Cineasta
Desde hace años, Guillermo del Toro anhelaba explorar dos historias seminales sobre el significado de la existencia en una vida demarcada por la eternidad y la muerte. Su primer acercamiento fue “Pinocho“, donde el final sugiere que el muñeco de madera está condenado a sufrir periódicamente la pérdida de sus seres queridos mortales.
Ahora, con “Frankenstein“, profundiza en esta reflexión existencial, pero con matices profundamente personales. “Terminé realizando estas dos películas casi de manera consecutiva, en el periodo en que perdí a mi padre y a mi madre. Fue un momento que me obligó a reflexionar intensamente sobre mi propia identidad, porque llegas a convertirte en el hijo de nadie”, ha confesado el director. Esta revelación plantea una pregunta incisiva: ¿hasta qué punto esta obra es un vehículo para procesar el duelo del propio creador?
La Criatura: Un Rompecabezas Humano con Rostro Familiar
Mike Hill, el artista detrás del maquillaje de la criatura anfibia en “La Forma del Agua“, asumió el reto de dar vida a este nuevo ser, concebido como un rompecabezas de partes humanas. La criatura de Frankenstein se presenta con variaciones en su cabellera, suturas visibles en su piel y, un detalle que no pasará desapercibido para el público femenino, conservando parte del atractivo del actor Jacob Elordi.
El proceso requirió la aplicación de 42 prótesis diferentes para lograr el aspecto definitivo. En un momento crucial de la cinta, el propio personaje se autodefine como “hijo del osario“, una declaración que encapsula su origen macabro y su búsqueda de identidad.
El Creador: ¿Tirano o Víctima?
Víctor Frankenstein, el científico obsesivo interpretado por el guatemalteco Oscar Isaac, es presentado como un tirano. El propio Del Toro lo analiza con perspicacia: “A todas las personas tiránicas les encanta asumir el rol de víctimas. Proclaman ‘pobre de mí’, pero simultáneamente destruyen las vidas de quienes los rodean. Ese es Víctor en esencia”. Sin embargo, el cineasta mexicano deja un resquicio para la interpretación: “todos, sin excepción, necesitamos amor. Es lo único que nos salva”.
El Arte de la Inmersión: Escenografía y Vestuario con Propósito
SETS MAJESTUOSOS
Una mansión en su esplendor, otra estructura en ruinas y un laboratorio que rivaliza con cualquier diseño moderno fueron obra de la mente creativa de Tamara Deverell, responsable del diseño de producción. Su labor fue fundamental para construir los escenarios necesarios que sostienen la narrativa. Tamara, quien colaboró previamente con el cineasta jalisciense en “El Callejón de las Almas Perdidas“, cuenta con una nominación al Oscar que avala su excepcional trayectoria.
BARCO REAL
Una de las certezas de Del Toro era su rechazo a depender de efectos visuales para elementos majestuosos. Por ello, la embarcación que aparece en la secuencia inicial es completamente “real”. Para sus movimientos se empleó un estabilizador mecánico. El director mexicano expresa con orgullo que, mientras la mayoría de las producciones construirían seis metros de barco y completarían el resto digitalmente, este no es el caso en Frankenstein.
BAILARÍN COMO MODELO
El vestuario, diseñado por Kate Hawley (“El Señor de los Anillos: Los Anillos de Poder”), fue conceptualizado con la premisa de que Del Toro no deseaba una representación anticuada de la época. Para el guardarropa de Víctor, se inspiró en el icónico bailarín ruso Rudolf Nureyev (1938-1993), de ahí la inclusión de elementos distintivos como los pantalones a cuadros y los guantes rojos, que comunican la esencia del personaje sin necesidad de diálogo.
La investigación revela que esta película no es una simple adaptación, sino una relectura íntima que utiliza el mito de Frankenstein como un espejo para examinar las obsesiones humanas, el duelo y la necesidad imperiosa de conexión. Una obra que, tras desmontar la narrativa establecida, nos confronta con la pregunta más perturbadora: ¿quién es el verdadero monstruo en la historia de la creación?




















