Un Tributo con el Corazón
En esta industria, he aprendido que el verdadero legado de un artista no solo vive en sus grabaciones, sino en el corazón de quienes lo amaron. Ver a Itatí, José y Roberto Cantoral presentando “Regálame esta noche” me recordó una verdad profunda: la música perdura cuando se convierte en un asunto de familia. Este álbum, que reúne las obras más emblemáticas de su padre, el inmenso Roberto Cantoral, no es solo un proyecto discográfico; es un acto de amor filial que trasciende lo comercial.
Itatí, José y Roberto rinden homenaje a su padre con “Regálame esta noche”
El Poder de un Concierto Inolvidable
El disco nació de una noche mágica en el Palacio de Bellas Artes. He estado en muchos recitales a lo largo de los años, pero hay algunos que dejan una huella imborrable. Aquella velada, con intérpretes de la talla de Eugenia León, Fernando de la Mora y Javier Camarena, no fue un simple concierto; fue una celebración de la canción mexicana. Escuchar “La Barca” y otras piezas icónicas del cantautor, interpretadas con tanto respeto y maestría, confirmó una lección que siempre repito: una buena composición es eterna, solo necesita voces que sepan honrarla.
“Es muy lindo que las nuevas generaciones se den la oportunidad de cantar estas canciones que valen mucho la pena, que tienen otro tipo de arte, de poesía y un nivel musical… algo que espero que vuelva, que regrese mucho”. – Paco de María, Cantante
La Sabiduría de los Colegas
En la presentación del álbum, rodeados de amigos y colegas, las palabras de Paco de María resonaron con una verdad que he visto confirmarse una y otra vez. Él, que ha interpretado varias canciones del maestro Cantoral, sabe que estas piezas poseen un valor artístico único. Su deseo de que las nuevas generaciones las redescubran no es un simple comentario; es un diagnóstico certero. En mi experiencia, la poesía musical de esta calidad no envejece, solo espera el momento adecuado para ser rescatada del olvido.
Un Proyecto que Trasciende la Música
Pero el tributo no se detiene en la música. Cuando José y Roberto revelaron sus planes para una serie documental sobre la vida de su padre, comprendí la dimensión completa de su misión. El libro reciente sobre la vida del compositor fue un primer paso valioso, pero, como suele suceder con las grandes figuras, las anécdotas más reveladoras a menudo permanecen en la intimidad familiar. José compartió con esa sinceridad que solo da el afecto: “hay dos o tres anécdotas que no están ahí y que pueden quedar muy bien en una serie“. Esto me enseñó, una vez más, que la historia completa de un artista es un mosaico que se construye con muchos fragmentos, algunos públicos y otros, los más íntimos, reservados para el momento perfecto.
Después de tantos años en este medio, puedo afirmar que proyectos como este—el álbum, el libro y el futuro documental—son los que preservan la esencia de nuestro patrimonio cultural. No se trata solo de nostalgia; se trata de conectar el pasado con el presente, asegurando que la sabiduría y la belleza de un genio como Roberto Cantoral sigan inspirando a quienes vienen después.


















