Maluma critica a fan por llevar un bebé a su concierto con alto volumen

En medio de su electrizante presentación en el Palacio de los Deportes, Maluma interrumpió su show al percatarse de una situación que, como padre, le resultó inadmisible: una asistente agitaba a su hijo de aproximadamente un año sin protección auditiva, exponiéndolo a los más de 100 decibeles del recinto. Con la autoridad que le da su experiencia como artista y progenitor, el colombiano llamó la atención de la mujer con un discurso franco que mezcló preocupación genuina y exasperación.

“En mis 12 años sobre los escenarios, jamás vi algo tan imprudente”, confesó el intérprete de “Hawái”, haciendo una pausa inusual en su setlist. Su voz, entre el estupor y la indignación, resonó con crudeza: “¿Un bebé en primera fila? Los tímpanos de un niño a esta intensidad sonora sufren daños irreversibles”. El momento, captado en video, desató una polémica sobre los límites entre la diversión y el cuidado infantil en eventos masivos.

Este incidente refleja un dilema recurrente en la industria musical. Como testigo de múltiples giras internacionales, he comprobado cómo algunos padres subestiman los riesgos acústicos. La norma no escrita entre productores recomienda evitar menores de 3 años en conciertos de géneros urbanos, donde el promedio sonoro supera los 95 dB (equivalente a un martillo neumático). Maluma, conocedor de estas cifras, optó por la confrontación pedagógica: “La música une, pero la responsabilidad es primero”, sentenció antes de retomar su presentación entre aplausos divisivos.