La exintegrante de OV7, Mariana Ochoa, desafía los estereotipos sociales con su nuevo tema “La pensión”, una crítica audaz al sistema que invisibiliza el trabajo emocional y económico de millones de madres. ¿Qué pasa cuando el arte se convierte en un arma de reivindicación colectiva?

En lugar de limitarse a denunciar su situación personal con Patricio de la Peña, Ochoa teje una narrativa disruptiva: “Esta canción no es sobre mi ex, es sobre cómo el amor paternal se mide en acciones, no en promesas”. Su enfoque rompe el esquema victimista para empoderar: mientras la sociedad debate pensiones alimenticias, ella propone un cambio de paradigma: “¿Y si educáramos a los hijos para que ningún padre pueda ausentarse sin consecuencias?”.

La artista revela datos contundentes: en México, el 78% de madres solteras no recibe apoyo económico constante. Pero su solución sorprende: “No demandaré. Prefiero que esta canción sea el virus que infecte conciencias”. Aquí yace su genio disruptivo: usa su plataforma para crear anticuerpos sociales contra la irresponsabilidad paterna.

Su mensaje final es una bomba de pensamiento lateral: “La verdadera independencia femenina comienza cuando dejamos de esperar que los demás cumplan sus promesas”. Ochoa no solo canta, sino que planta las semillas de una revolución silenciosa donde el arte y la maternidad se fusionan como actos políticos.