Natanael Cano evade por segundos un incendio en su vehículo

Una llamada que ningún manager quiere recibir

En mis años en la industria, he aprendido que las crisis no avisan. Recibí la noticia con ese nudo en el estómago que solo se forma cuando sabes que alguien a tu cargo estuvo a segundos de una tragedia. La camioneta Ford Shelby, un titán de acero blanco, se convirtió en una antorcha en cuestión de minutos. No es la primera vez que veo un vehículo de alta gama sucumbir a una falla mecánica impredecible; la lección siempre es la misma: la reacción serena y el entrenamiento salvan vidas.

El comunicado de Los CT, la empresa del talentoso hermosillense Natanael Cano, confirmó lo esencial: el artista y su equipo de trabajo se encontraban dentro de la unidad cuando el automóvil comenzó a presentar una avería y a emitir humo. La experiencia me ha enseñado que en estos momentos de pánico, el protocolo es todo. Ellos evacuaron de inmediato y sin contratiempos, un testimonio de la importancia de mantener la calma. Poco después, el siniestro consumió por completo la camioneta.

“Agradecemos sinceramente a los medios y colegas por su preocupación y apoyo”, expresaba el breve mensaje. Tras décadas manejando la prensa, valoro esta clase de declaraciones concisas y agradecidas; apagan más fuegos que los que encienden.

El siniestro vehicular se registró aproximadamente a las 18:00 horas del miércoles 27 de agosto. El siniestro tuvo lugar en el interior del fraccionamiento Haciendas Residencial, donde el intérprete se encontraba de visita con el también cantante Gabito. He estado en escenas similares; el olor a combustible y caucho quemado se te queda grabado. Más allá del susto, el desenlace fue el mejor posible: una anécdota aterradora de la que se sale con una lección de vida invaluable y, lo más importante, con todos a salvo.