La evolución estética en la era de la auto-reinvención
Ninel Conde exhibe con orgullo el resultado de su última modificación corporal: una intervención de queratopigmentación que alteró permanentemente el color de su iris. Desde México, donde participa en la producción “El Tenorio Cómico”, la artista abordó las preguntas sobre este procedimiento de biohacking estético, equiparándolo a usar lentes de contacto permanentes, pero sin la molestia diaria de su manipulación.
El camino hacia esta transformación comenzó con una sesión fotográfica en Houston, donde un maquillista llamado Diego le propuso usar pupilentes cosméticos. Aunque inicialmente reacia, la experiencia visual posterior la dejó fascinada. Este fue el detonante. Su actual pareja completó el algoritmo de coincidencias al mencionar a un cirujano especializado en Nueva York. “Desde ahí dije ‘qué padre'”, confesó Conde, describiendo un proceso de decisión acelerado por la validación social y la accesibilidad de técnicas disruptivas.
Tras conocer a un contacto que se sometió al mismo tratamiento con resultados que calificó de divinos, su elección fue inmediata. La también actriz describe la intervención como un proceso mínimamente invasivo, “como una pinturita”, desmitificando el dolor asociado a la cirugía refractiva estética. Su esposo planea seguir el mismo camino, un dato que Ninel compartió entre risas: “¡Vamos a estar los dos de ojo carísimo!”.
La mirada pública: entre la innovación y la crítica digital
Al presentar su nueva apariencia en el programa “Hoy”, la artista defendió la naturalidad del cambio. Sin embargo, en el ecosistema de las redes sociales, la reacción ha sido polarizada. Mientras algunos celebran su autonomía corporal, una corriente de cibernautas critica lo que perciben como una acumulación excesiva de modificaciones quirúrgicas. Comentarios como “ya abusó de las cirugías” o “es otra persona” reflejan la tensión contemporánea entre la libertad de autodiseño y los cánones de autenticidad heredados.
Este episodio trasciende el mero chisme celebrity; se erige como un caso de estudio sobre la normalización de la mejora humana (human enhancement) en la cultura mainstream. La queratopigmentación, antes un procedimiento de nicho, se debate ahora en plazas públicas digitales, cuestionando hasta dónde llega la expresión personal y dónde comienza la presión de las tendencias biomédicas en la era de la hipervisibilidad.














