Paulina Rubio enfrenta acusaciones de abuso físico contra su hijo

Foto: El Universal.

Un turbio episodio judicial sacude nuevamente la vida de Paulina Rubio, tras ser acusada formalmente de presunto maltrato físico contra su hijo adolescente, Andrea Nicolás, fruto de su matrimonio con el empresario español Nicolás Vallejo-Nágera, conocido como Colate. ¿Se trata de un acto disciplinario malinterpretado o hay patrones preocupantes detrás de esta denuncia?

Según documentos judiciales a los que tuvimos acceso, la audiencia celebrada este miércoles en Miami reveló detalles escalofriantes: la policía intervino en el domicilio de la artista tras un violento altercado donde, presuntamente, la intérprete de “Ni una sola palabra” habría arrebatado el teléfono móvil a su hijo de 14 años antes de agredirlo físicamente. Fuentes cercanas al caso confirmaron que la niñera del menor realizó la llamada a emergencias, aunque persisten interrogantes sobre lo que realmente desencadenó el incidente.

“El joven habría pronunciado palabras extremadamente hirientes hacia su madre”, reveló un testimonio anónimo vinculado al equipo legal. Sin embargo, el contenido exacto de dicha frase permanece bajo secreto judicial, alimentando especulaciones sobre las dinámicas tóxicas en esta familia.

La representante legal del menor, designada por el tribunal, emitió un diagnóstico demoledor durante la vista: “El entorno familiar está completamente desestabilizado”. La profesional no solo recomendó terapia psicológica urgente para todos los involucrados, sino que respaldó el deseo del adolescente de vivir con su padre, evidenciando una fractura irrecuperable en las relaciones materno-filiales.

El equipo jurídico de Rubio contraatacó con firmeza, calificando las acusaciones como “distorsiones mediáticas”. Alegaron que no existen pruebas forenses de maltrato y que el incidente fue una medida correctiva ante una grave falta de respeto. No obstante, documentos internos del Departamento de Niños y Familias de Florida sugieren que esta no sería la primera queja por tensiones domésticas en el hogar de la estrella.

Mientras el caso avanza en Estados Unidos, una nueva amenaza legal se cierne sobre Rubio en España. Investigaciones periodísticas confirmaron que las autoridades ibéricas analizan posibles violaciones a los derechos de imagen del menor, luego de su aparición no autorizada en una revista. ¿Estamos ante una estrategia coordinada para desprestigiar a la cantante o son consecuencias de decisiones imprudentes?

Ni Rubio ni Vallejo-Nágera han roto su silencio públicamente, pero fuentes cercanas a la producción de su reality show admitieron que el escándalo ha paralizado varios proyectos profesionales. Este caso reabre viejas heridas de una batalla legal que comenzó en 2014 y que, lejos de resolverse, sigue exponiendo las grietas de una familia destruida por los reflectores.

La pregunta que queda flotando es inevitable: ¿hasta qué punto la fama y las presiones del espectáculo contribuyeron a esta situación? Mientras los tribunales deciden, el costo emocional para el adolescente en el centro de esta tormenta podría ser el capítulo más triste de esta historia.