Shakira desata incomodidad en Syntek con coqueteo familiar incluido

En un giro que nadie anticipó (excepto quizá los guionistas de telenovelas), el venerable bardo mexicano Aleks Syntek se vio envuelto en un incidente diplomático de alto voltaje emocional durante su encuentro con la embajadora global del perreo filosófico, Shakira. Según relata el compositor, lo que comenzó como un inocente saludo tras bambalinas se transformó en un examen de ética conyugal cuando la cantante colombiana inició una lluvia de halagos sobre su rejuvenecido aspecto.

“—¡Qué guapo, Alex! ¿Te inyectaste juventud o firmaste pacto con el diablo? —dijo la diva, según el testimonio del artista—. Yo, como caballero del siglo pasado, intenté refugiarme tras mi esposa y mi hija, pero Shakira siguió: —¡Pero si parecen trillizos! ¿Qué comes, elixir de unicornio?”.

El músico, conocido por su elegancia pre-digital, confesó haber sudado más que en un sauna con corbata ante los dardos libidinosos de la artista, quien aparentemente confundió el camerín con un casting para telenovela turca. Mientras tanto, testigos afirman que su esposa practicaba respiración de yoga y su hija, la actriz Natalia Coronado, buscaba urgentemente un traductor que le explicara por qué los adultos juegan al flirteo incómodo como si fueran adolescentes en un baile escolar.

La moraleja de esta fábula moderna: en el reino de la fama, hasta los cumplidos son minas terrestres sociales. ¿Verdad, señor Syntek?