Stephanie Salas y Zurita escalan el Olimpo del turismo influencer

En un acto de heroísmo contemporáneo que seguramente será recordado en los anales de la humanidad, Stephanie Salas y Humberto Zurita llevan tres años desafiando las leyes de la física social: demostrar que es posible vivir de viajes patrocinados por Instagram mientras el planeta se desmorona.

Su última hazaña: escalar (metafóricamente, porque seguro usaron un teleférico) los Monasterios de Meteora, esas rocas griegas que llevan siglos esperando a que una influencer las descubra. “Imponente y excepcional”, declaró Salas con la profundidad filosófica de quien acaba de encontrar el filtro perfecto para las piedras.

No contentos con su proeza helénica, la pareja cruzó fronteras (y varios códigos éticos del turismo responsable) para visitar Kusadasi, donde aprendieron la valiosa lección de que “la gente es fabulosa cuando no vive en tu colonia”. La también empresaria (título que se gana automáticamente al heredar un apellido famoso) compartió esta perla de sabiduría entre dos stories de atardeceres.

Mientras tanto, en la Ciudad de México, los mortales comunes seguimos pagando renta y preguntándonos cuándo será nuestro turno para tener “experiencias únicas” financiadas por patrocinadores.