La maquinaria judicial se pone en marcha y su objetivo podría ser una de las figuras más protegidas del espectáculo: Taylor Swift. Según información exclusiva de Variety, un tribunal evalúa ahora la posibilidad de obligar a la superstar a prestar una declaración jurada dentro del complejo litigio entre los actores Justin Baldoni y Blake Lively.
¿Qué sabe realmente Taylor Swift? Esta es la pregunta que ahora persiguen los abogados. La petición formal del equipo legal de Baldoni no es un mero trámite; es una jugada estratégica para acceder a un testimonio de alto perfil. Su solicitud de una prórroga, argumentando la necesidad de adaptarse a la apretada agenda mundial de la cantante, aún no ha recibido el visto bueno del juez, lo que añade un elemento de incertidumbre al proceso.
Nuestras investigaciones revelan que, de ser avalada por el magistrado Lewis Liman, la declaración de la intérprete de “Bad Blood” se realizaría fuera de los estrados judiciales. Las indagatorias, según fuentes cercanas al caso, se centrarían en escrutar cualquier conversación privada que Swift mantuviera con Blake Lively. El núcleo de la investigación: las condiciones imperantes durante el rodaje de la película “Romper el Círculo” y cualquier otro diálogo que pudiera ser relevante para esclarecer los hechos objeto de la demanda.
Sin embargo, desde el campamento de Swift se ejerce un contrapeso. Sus representantes legales han enviado una comunicación firme al juez, una copia de la cual ha sido obtenida por nuestro medio, donde sostienen una postura inquebrantable: “Como saben los abogados de las partes, desde el inicio de este asunto hemos mantenido sistemáticamente que mi cliente no tiene ningún papel material en esta acción”.
Esta defensa plantea una nueva capa de intriga: ¿Se trata de un intento de proteger a una celebridad de un proceso legal ajeno, o existe una narrativa más profunda que aún no ha salido a la luz? La persistencia de Baldoni en conseguir su testimonio sugiere que creen firmemente que Swift posee información crucial, fragmentos de conversaciones que podrían conectar puntos críticos para su caso. El tribunal tiene ahora la última palabra para decidir si la voz de Taylor Swift se convierte, oficialmente, en una pieza de evidencia.
