Carmen, gemela siamesa mexicana, se casa en ceremonia privada con su novio de toda la vida

 Carmen Andrade, una de las gemelas siamesas mexicanas conocidas por su historia de fortaleza y autenticidad, contrajo matrimonio en una ceremonia privada con su pareja de casi cinco años, Daniel McCormack. El evento se llevó a cabo en octubre del año pasado en el emblemático puente Lover’s Leap, ubicado en New Milford, Connecticut, en Estados Unidos.

La historia de Carmen y Daniel comenzó en 2020, cuando se conocieron a través de la aplicación de citas Hinge. Desde entonces, su vínculo se fortaleció hasta consolidarse en un compromiso formal, marcando un paso importante en la vida de la joven pareja.

Fue a través de un video publicado en su canal de YouTube, titulado “¡Actualización atrasada!”, donde Carmen compartió con orgullo la noticia de su matrimonio. En las imágenes mostró su anillo de bodas y habló con emoción del momento, confirmando así los rumores que circulaban en redes sociales.

Para la ceremonia, Carmen optó por un vestido color verde esmeralda, rompiendo con el tradicional blanco. En el video explicó que no se arrepiente de su elección, ya que el blanco no es de su agrado. Esta decisión reafirma su carácter libre y su forma única de ver la vida.

Lupita, la gemela de Carmen, dejó en claro que solo una de ellas está casada, despejando dudas que surgieron a raíz de la unión. Ambas hermanas, que se han mantenido en el ojo público por su extraordinaria historia de vida, han demostrado en múltiples ocasiones su capacidad de tomar decisiones personales independientes, a pesar de su condición física.

Carmen también compartió que ella y Daniel no planean tener hijos, decisión que comunicaron abiertamente en el mismo video, señalando que están enfocados en construir una vida juntos bajo sus propios términos.

Las gemelas, actualmente de 25 años, nacieron en México y emigraron con su familia a Estados Unidos cuando eran bebés. Su condición médica ha sido objeto de interés internacional, ya que están unidas por el torso, comparten pelvis y aparato reproductor, pero poseen corazones, pulmones y estómagos separados.

Cada una de ellas tiene dos brazos, pero comparten una sola pierna, lo que no ha sido impedimento para llevar una vida activa y plena. A través de su presencia en redes sociales, ambas han compartido con franqueza aspectos de su vida diaria, incluyendo relaciones, salud mental y decisiones personales.

El matrimonio de Carmen representa no solo una historia de amor, sino también un ejemplo de que la autonomía, la felicidad y el compromiso son posibles más allá de cualquier condición física. La noticia ha sido recibida con mensajes de apoyo y admiración por parte de seguidores en distintas partes del mundo.