Cárteles mexicanos entrenan con drones en Ucrania para guerras del narco

Combatientes mexicanos vinculados a grupos delictivos como Los Zetas se habrían infiltrado en la Legión Internacional de Defensa Territorial de Ucrania, no por ideología, sino para perfeccionar técnicas de guerra con drones kamikaze y artillería avanzada. Según Intelligence Online, estos mercenarios buscan exportar conocimiento táctico a redes criminales transnacionales.

El CNI mexicano alertó a Ucrania sobre exmilitares y narcotraficantes que eluden controles para acceder a academias de FPV (vista en primera persona), donde dominan tecnologías disruptivas como camuflaje térmico, interferencia de señales y vuelos de baja altitud. Casos como “Águila-7” —un exoperador de fuerzas especiales (GAFE) con identidad falsa— revelan la sofisticación de estos actores.

Ucrania, epicentro global de guerra asimétrica con drones, enfrenta un dilema: su expertise táctico ahora es commodity para cárteles. Inteligencias europeas detectaron a exguerrilleros colombianos de las FARC usando pasaportes falsos para entrenarse, mientras empresas de seguridad latinoamericanas —como Grupo ROKA o SEGURCOL SAS— facilitarían documentos apócrifos y visados humanitarios.

El SVR ruso denunció en 2024 que agencias estadounidenses reclutaban narcos en prisiones para enviarlos al frente ucraniano. A cambio, recibirían amnistías. La preocupación: que Sinaloa, el Cauca o Río de Janeiro repliquen tácticas aprendidas en Europa Oriental, desatando una era de conflictos híbridos controlados desde el crimen organizado.

Este escenario redefine la geopolítica del narcotráfico: ya no solo mueven drogas, sino know-how militar. Con drones de 400 dólares y técnicas de guerra urbana, los cárteles podrían escalar su poderío hasta niveles estatales.