Una propuesta de asilo en medio de la tensión geopolítica
En un giro diplomático de alto impacto, la canciller colombiana, Rosa Villavicencio, declaró este jueves que su nación estaría dispuesta a otorgar asilo al mandatario venezolano Nicolás Maduro si este abandonara el poder como parte de un proceso de transición política. Este anuncio se produce en un contexto de máxima presión, con una fuerte despliegue militar de Estados Unidos en aguas del Caribe que ha intensificado la crisis regional.
Ante la pregunta directa de una periodista sobre si Colombia acogería a Maduro en el exilio, Villavicencio respondió con un contundente “seguramente sí”. La jefa de la diplomacia colombiana enfatizó la urgencia de una solución dialogada: “Es necesario negociar y encontrar una salida a la situación de tensión… siempre mediante el diálogo y la negociación diplomática que permita evitar cualquier injerencia”. Y añadió: “Si para ello hace falta una negociación y una transición, Colombia está dispuesta a apoyarla… nosotros tenemos una política de refugio”.
Diplomacia activa en un escenario de incertidumbre
Villavicencio aclaró que, por el momento, Colombia no actúa como mediador formal entre el chavismo y la oposición venezolana, pero reiteró la disponibilidad de Bogotá para facilitar ese puente. Del otro lado, Maduro no ha hecho referencia pública a un posible exilio. En un reciente discurso, habló de resistir lo que calificó como “terrorismo psicológico” por parte de Washington, afirmando su determinación de construir la “patria potencia“.
La estrategia de presión estadounidense se ha materializado en operaciones militares en el Caribe desde septiembre, justificadas como una ofensiva contra el narcotráfico. Estas acciones, con un saldo de más de 80 fallecidos, son interpretadas por analistas y por el propio gobierno venezolano como una maniobra para forzar un cambio de régimen.
Petro impulsa una amnistía y un gobierno de transición
En este clima de escalada, el presidente colombiano, Gustavo Petro —primer mandatario de izquierda en la historia reciente del país—, lanzó una propuesta audaz a través de la red social X: una “amnistía general“. Petro instó a Maduro a defender a Venezuela de una agresión externa con “más democracia” y no con “represiones ineficientes”.
El líder colombiano también insistió en la formación de un “gobierno de transición” o de unidad nacional en Venezuela, compartido entre el oficialismo y la oposición. Hasta ahora, esta idea de gobernanza colaborativa no ha recibido una acogida pública por ninguna de las partes en conflicto, pero marca el tono de un activismo diplomático que busca descomprimir la crisis por vías no militares.
Este posicionamiento ocurre pese a que Colombia no ha reconocido formalmente la controvertida reelección de Maduro en 2024, manteniendo una compleja relación bilateral donde la realpolitik y la búsqueda de estabilidad regional parecen primar.


















