El gobierno cubano desmintió este lunes de forma categórica las imputaciones de colaborar en operaciones de tráfico de estupefacientes con el mandatario venezolano, Nicolás Maduro. Estas afirmaciones, realizadas por el exjefe de la Contrainteligencia Militar venezolana Hugo Carvajal Barrios, fueron calificadas como infundadas. Simultáneamente, La Habana negó cualquier tipo de diálogo encubierto con Estados Unidos concerniente a una potencial transición de poder en Venezuela.
La postura oficial de Cuba frente a las imputaciones
En un comunicado formal dirigido a The Associated Press, la viceministra de Relaciones Exteriores, Josefina Vidal, tachó de “absurdas y falsas” las informaciones que sugieren contactos entre diplomáticos cubanos y estadounidenses para discutir asuntos internos de Venezuela, los cuales –subrayó– son de exclusiva competencia de esa nación soberana.
Estrategia diplomática y defensa del historial antinarcóticos
La alta funcionaria también refutó los señalamientos que intentan asociar a la isla con el comercio ilícito de drogas, reafirmando que Cuba posee un “expediente intachable” en la cooperación contra este flagelo global. Enfatizó que organismos especializados norteamericanos conocen directamente la eficacia y el compromiso de la nación caribeña en este combate.
La polémica estalló tras la filtración de una misiva atribuida a Hugo Carvajal, antiguo director de Inteligencia Militar venezolana, donde alega una colaboración deliberada entre La Habana y Caracas para enviar clorhidrato de cocaína a territorio estadounidense, presentándola como una supuesta estrategia de Estado para desestabilizar a la potencia norteamericana.
