La detención de una mujer ciudadana estadounidense en Cayo Largo, Florida, el pasado 3 de diciembre, ha encendido de nuevo las alertas sobre el uso de fuerza y los procedimientos aplicados por agentes federales en operativos migratorios y de seguridad fronteriza.
De acuerdo con un portavoz de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), la mujer fue retirada por la fuerza de su vehículo después de negarse a entregar su licencia de conducir y a bajar la ventanilla durante una parada de rutina. Tras su arresto, fue trasladada a una unidad patrulla y los agentes registraron su automóvil, donde finalmente encontraron su licencia. Una vez confirmada su ciudadanía estadounidense, fue liberada sin cargos.
Este incidente no es un hecho aislado. En los últimos meses, distintos medios y organizaciones han documentado una serie de detenciones incorrectas, abusos y procedimientos agresivos que involucran tanto a migrantes como a ciudadanos estadounidenses:
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Un ciudadano estadounidense fue detenido por la Patrulla Fronteriza en Florida, a pesar de haber presentado documentación válida, lo que generó críticas sobre el uso de fuerza y perfilamiento indebido .
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En Cayo Largo, un caso similar involucra a otra mujer ciudadana estadounidense que fue esposada, retirada violentamente de su auto y detenida temporalmente por agentes federales antes de comprobar su estatus legal .
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En Palm Beach County, se reportó la detención irregular de otro ciudadano estadounidense durante un operativo en carretera, lo que avivó cuestionamientos sobre procedimientos de ICE y CBP en Florida .
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A nivel nacional, organizaciones y reportes periodísticos han documentado al menos 510 denuncias de abusos en centros de detención migratoria del DHS, que incluyen maltrato físico, trato degradante y negligencia médica hacia migrantes y detenidos bajo custodia federal .
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En instalaciones del sur de Florida se reportaron condiciones abusivas, como obligar a migrantes a “arrodillarse para comer”, además de hacinamiento y deficiencias médicas, bajo supervisión de ICE .
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Un recuento reciente señala que al menos 170 ciudadanos estadounidenses han sido detenidos por error por ICE en 2025, pese a contar con documentos que probaban su ciudadanía o residencia legal .
La reiteración de casos similares ha generado cuestionamientos sobre el entrenamiento, supervisión y protocolos de verificación de identidad aplicados por ICE y CBP. Organizaciones de derechos humanos argumentan que existe un patrón creciente de detenciones arbitrarias, uso excesivo de fuerza y decisiones tomadas bajo criterios subjetivos o de perfilamiento.
AGENCIAS
