EE.UU. reanuda visas estudiantiles con revisión obligatoria de redes sociales

Estudiantes chinos aguardan afuera de la embajada de Estados Unidos para sus entrevistas de solicitud de visa el 2 de mayo de 2012, en Beijing.

El Departamento de Estado estadounidense reactivó este miércoles el procesamiento de visas para estudiantes extranjeros, pero con una condición disruptiva: los solicitantes deberán desbloquear sus perfiles en plataformas digitales para auditoría gubernamental. Esta medida, alineada con las políticas de ciberseguridad global, busca identificar contenido que muestre antagonismo hacia los valores constitucionales o instituciones norteamericanas.

La normativa, publicada en un comunicado oficial, establece que los consulados rechazarán automáticamente a quienes se nieguen a configurar sus cuentas como “públicas” durante el proceso. “La negativa podría interpretarse como intento de ocultamiento”, advirtió el portavoz. La decisión llega semanas después de que la administración Trump congelara temporalmente las entrevistas, mientras ultimaba protocolos para el escaneo digital ampliado.

Miles de aspirantes en China, India y Latinoamérica monitorean obsesivamente los portales consulares, mientras el ciclo académico se acerca. Chen, un investigador doctoral chino en Toronto, relató su alivio al conseguir cita: “Actualizaba el sitio tres veces diarias”. Su caso refleja la ansiedad de una generación hiperconectada que ve cómo la privacidad digital se convierte en moneda de intercambio para oportunidades académicas.

La guía interna a consulados instruye buscar “hostilidad hacia la cultura estadounidense” en publicaciones, un criterio que expertos en derechos digitales califican de subjetivo. La medida se enmarca en una ofensiva más amplia: desde revocaciones masivas de permisos estudiantiles hasta presiones a Harvard para reducir su matrícula internacional al 15%, según declaraciones del mandatario.

Las universidades, dependientes de los ingresos por matrículas extranjeras, enfrentan ahora un dilema ético-tecnológico. Mientras, los algoritmos de revisión gubernamental se preparan para escrutar likes, shares y hasta memes, redefiniendo los límites entre seguridad nacional y libertad académica en la era del big data.