El papa León XIV conquista Instagram mientras el Vaticano borra a Francisco

En un giro divinamente irónico, el Vaticano ha decidido que la santidad también debe medirse en likes. El flamante papa León XIV, primer pontífice nacido en la tierra del capitalismo y las hamburguesas, ha inaugurado su reinado espiritual con un selfie celestial en Instagram. Su mensaje: “¡La paz esté con todos ustedes!”, aunque solo si tienen conexión 4G.

Mientras tanto, en un acto de amnistía digital, el Vaticano ha borrado con un clic los doce años del papa Francisco, como si se tratara de una mala temporada de una serie en Netflix. Las publicaciones del argentino, que alguna vez conmovieron a fieles con discursos sobre pobres y migrantes, ahora duermen el sueño de los justos en un archivo llamado “cosas que ya no importan”.

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La cuenta @Pontifex, ese experimento fallido de Benedicto XVI para convertir el catolicismo en un influencer más, resurge como el Ave Fénix, pero con nueve idiomas y 52 millones de seguidores. ¿El truco? Cambiar el mensaje de “oren y trabajen” por “denle me gusta y compartan”. Eso sí, los tuits del ex cardenal Robert Prevost —resucitados milagrosamente para criticar a Trump— demuestran que hasta los santos tienen threads polémicos.

Lo más gracioso de todo: los papas nunca han tocado un teclado. Detrás de cada “bendición” en X hay un ejército de curas millennials corrigiendo los errores de autocorrector. ¿Será que el Espíritu Santo ahora también tiene un community manager?

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