Conéctate con nosotros

Internacional

El plan de Kennedy sobre el autismo enfrenta críticas por ignorar la ciencia

Expertos cuestionan el plan acelerado para descubrir las causas del autismo, destacando décadas de avances científicos ignorados.

Avatar

Publicado

en

La promesa del secretario de Salud, Robert F. Kennedy Jr., de revelar las causas del autismo en meses ha sido calificada por científicos como poco realista. Expertos señalan que su propuesta ignora décadas de avances en genética y neurodesarrollo, donde se han identificado cerca de 200 genes vinculados al trastorno.

“El autismo no surge de la noche a la mañana. Los cambios biológicos ocurren desde el desarrollo fetal”, explica David Amaral, investigador del Instituto MIND de la Universidad de California. Su equipo analiza diferencias cerebrales mediante bancos de tejidos, una metodología clave que el plan gubernamental omite.

Anuncio

Kennedy anunció una base de datos que fusionaría registros médicos con reclamos de seguros, argumentando que el aumento de diagnósticos refleja una “epidemia prevenible” por factores ambientales. Sin embargo, especialistas como Helen Tager-Flusberg (Universidad de Boston) atribuyen el incremento a mejores criterios diagnósticos, no a causas externas.

¿Qué sabemos realmente sobre el autismo?

Lejos de ser una enfermedad única, el trastorno del espectro autista (TEA) engloba diversas manifestaciones neurológicas. Desde desafíos en la comunicación hasta variaciones en el procesamiento sensorial, su complejidad exige enfoques multidisciplinarios.

La ciencia ha descartado mitos como el vínculo con vacunas, confirmando en cambio influencias genéticas y epigenéticas. “Mutaciones espontáneas durante el desarrollo cerebral explican muchos casos”, detalla Amaral, cuyo trabajo en Autism BrainNet estudia cerebros donados para descifrar estos patrones.

Anuncio

¿Puede una base de datos resolver el enigma?

Mientras países nórdicos integran historiales clínicos nacionales, EE.UU. carece de sistemas unificados. La iniciativa de Kennedy excluiría datos genómicos, limitando su utilidad. “Sin esa pieza, es imposible entender la interacción genes-ambiente”, advierten los críticos.

En la era de la inteligencia artificial y la medicina personalizada, los expertos piden invertir en tecnologías emergentes como el mapeo cerebral con IA, no en soluciones simplistas. “El autismo merece rigor científico, no eslóganes políticos”, concluye Tager-Flusberg.

Anuncio
Anuncio

Lo mas visto del día