La serenidad que caracteriza al pueblo mágico de Real de Catorce, en San Luis Potosí, fue quebrada este sábado por un trágico suceso que culminó con la vida de un matrimonio.
El accidente ocurrió en la zona de El Socavón, un paraje conocido por sus caminos sinuosos y de terracería, donde un vehículo particular se precipitó a un barranco de considerable profundidad.
Las primeras investigaciones apuntan a una presunta falla en el sistema de frenos como el desencadenante del siniestro. Dentro del automóvil viajaba una pareja, identificada como habitantes de la región y personas muy reconocidas dentro de la comunidad.
Según los reportes de las autoridades que acudieron al lugar, el deceso de ambos fue instantáneo. El vehículo, tras salirse del camino, habría dado varias volteretas antes de impactar contra el fondo del desnivel, quedando completamente destrozado por la violencia del impacto.La escena evidenciaba la magnitud de la tragedia, con los restos del coche esparcidos en un área de difícil acceso.
La pareja se dirigía aparentemente hacia la localidad de Estación Catorce. Sin embargo, al intentar sortear una de las cuestas más empinadas del trayecto, la unidad habría perdido potencia de frenado. Al no contar con la tracción ni las características técnicas necesarias para transitar por ese tipo de vías, el conductor perdió el control y el automóvil se desvió del camino, cayendo al vacío.
Este incidente pone de relieve los riesgos inherentes a una ruta que, por su naturaleza, exige vehículos especializados y una conducción extremadamente cautelosa. Al lugar del accidente se movilizó un amplio operativo de emergencia integrado por elementos de Protección Civil del Estado, Bomberos de Matehuala, Protección Civil Municipal y la Policía de Catorce.
Los equipos de rescate trabajaron durante varias horas en complejas maniobras para lograr el acceso al vehículo siniestrado y recuperar los cuerpos de las víctimas. La orografía complicada del terreno y la precaución necesaria para no provocar más derrumbes extendieron la labor de los servicios de auxilio. Una vez finalizada la recuperación, la Fiscalía General del Estado se hizo cargo de las diligencias correspondientes para investigar las causas exactas del hecho.
El presidente municipal de Catorce, Javier Sandoval, utilizó sus redes sociales para ofrecer detalles cruciales y despejar especulaciones. Aclaró que las víctimas no eran turistas, sino pobladores de la zona, lo que añade una capa de dolor a la tragedia al afectar directamente a la comunidad local.
Además, enfatizó un punto de vital importancia: el vehículo involucrado no era uno de los tradicionales Willys, ampliamente utilizados en la región por su adaptación a los caminos irregulares, sino un automóvil particular común, no diseñado para transitar por caminos de alta montaña con pendientes pronunciadas y superficies inestables.
Mediante un comunicado oficial, el Ayuntamiento de Real de Catorce recordó a la población que el acceso por ese tramo específico está expresamente restringido para unidades no autorizadas. La normativa establece que solo pueden circular por esa vía los vehículos tipo Willys, debidamente autorizados, dado que la carretera no reúne las condiciones de seguridad mínimas para automóviles convencionales.
Las autoridades municipales subrayaron la existencia de señalización visible que prohíbe el paso a vehículos particulares y reiteraron un exhorto a la ciudadanía para que respete estas disposiciones, diseñadas únicamente para prevenir tragedias como la ocurrida. Este lamentable evento funciona como un recordatorio sombrío de los peligros que pueden presentarse cuando se ignoran las advertencias de seguridad en entornos naturales tan demandantes.
La combinación de un mecanismo crítico fallido, como son los frenos, y un entorno vial para el que el vehículo no estaba preparado, creó las condiciones para un desenlace fatal. La tragedia deja una profunda huella en una comunidad que ve cómo la falta de condiciones seguras en sus caminos cobra vidas entre sus propios vecinos.