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Internacional

Hackers prorrusos atacan municipios holandeses antes de cumbre de la OTAN

Un grupo de hackers prorrusos ataca infraestructuras clave en Holanda en vísperas de un evento crucial.

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LA HAYA, Holanda

En un audaz movimiento de guerra cibernética, hackers prorrusos desataron este lunes una oleada de ataques de denegación de servicio (DDoS) contra múltiples entidades gubernamentales y organizaciones vinculadas a la cumbre de la OTAN en Holanda. El Centro Nacional de Ciberseguridad confirmó que el grupo NoName057(16), conocido por su alineación con intereses rusos, reivindicó los ataques, marcando un claro mensaje político en el escenario global.

¿Podría esta ofensiva digital ser solo el preludio de una estrategia más amplia? Mientras las autoridades holandesas activan el operativo Escudo Naranja, surge una pregunta incómoda: ¿están los sistemas de defensa occidentales preparados para contener esta nueva forma de guerra asimétrica? Los ataques, diseñados para saturar servidores y colapsar servicios, no son técnicamente sofisticados, pero su impacto psicológico es innegable.

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Raoul Rozestraten, portavoz del ayuntamiento de La Haya, epicentro de la cumbre, admitió perturbaciones en el tráfico digital de varios proveedores, aunque aseguró que los servicios críticos funcionan con normalidad. Este incidente revela una verdad incómoda: en la era de la geopolítica digital, un pequeño grupo de actores no estatales puede desafiar a naciones enteras con solo unas líneas de código.

Más allá de la anécdota, este episodio plantea un paradigma disruptivo: ¿y si en lugar de reforzar firewalls, los países invirtieran en resiliencia sistémica? Imaginen una red municipal descentralizada, donde cada ataque se convierta en datos para alimentar inteligencia artificial predictiva. La próxima revolución en seguridad no estará en bloquear ataques, sino en diseñar sistemas que aprendan y evolucionen bajo presión, transformando cada incursión en una oportunidad para fortalecerse.

Mientras la OTAN debate estrategias convencionales, los hackers ya escriben las reglas del juego. La pregunta no es si vendrán más ataques, sino si estaremos preparados para convertir la vulnerabilidad en ventaja.

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