El huracán Erick provocó la muerte de dos personas, entre ellas un bebé de ocho meses en Guerrero y un adulto en el estado de Oaxaca. Su paso también dejó una estela de afectaciones en comunidades rurales, muchas de ellas en zonas de difícil acceso.
Las intensas lluvias ocasionaron deslaves, inundaciones y severos daños materiales. En respuesta, autoridades de Protección Civil activaron protocolos de emergencia, desplegaron brigadas de rescate y habilitaron albergues temporales para apoyar a la población afectada.
Además, se reportaron cortes de energía eléctrica, caminos bloqueados y suspensión de clases en varias localidades donde las lluvias causaron mayores estragos.
Aunque el fenómeno ya se ha degradado, su impacto dejó en evidencia la vulnerabilidad de muchas comunidades ante fenómenos meteorológicos extremos. La situación resalta la urgencia de fortalecer las medidas de prevención y respuesta ante este tipo de desastres, sobre todo durante la temporada de huracanes.