Broadview, Illinois, 9 de noviembre de 2025. — Una nueva ola de redadas del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) desató indignación en varias ciudades de Estados Unidos, luego de que agentes federales irrumpieran en una guardería infantil en Broadview, Illinois, donde detuvieron a una maestra frente a varios niños.
La tensión aumentó después de que un video difundido en redes sociales mostrara a agentes del ICE lanzando gases lacrimógenos en zonas residenciales, mientras se escuchaban risas y frases como “¡diviértanse!”. La grabación provocó protestas inmediatas, con decenas de mujeres que bloquearon una de las calles principales del poblado, exigiendo el cese de los operativos.
“Están lanzando gases por diversión. Los niños gritaban y lloraban”, denunció una de las manifestantes visiblemente afectada.
Los reportes ciudadanos señalan que los operativos no se limitaron a Broadview. En Chicago, testigos afirmaron que agentes federales detuvieron el tráfico y realizaron cateos sin orden judicial, mientras que en Evanston se reportó que un migrante fue sometido violentamente en plena vía pública.
En Arizona, la situación alcanzó un punto crítico cuando José García, migrante mexicano, recibió dos disparos durante un operativo del ICE. Su esposa, Anahí, denunció que desconoce el paradero de su pareja:
“Me duele el corazón… no sé dónde está. Solo quiero saber si está vivo”, expresó entre lágrimas.
Ante la controversia, el expresidente Donald Trump defendió las acciones del ICE, asegurando que los operativos continuarán:
“Si son delincuentes, queremos expulsarlos. Millones entraron desde prisiones o son narcotraficantes”, declaró.
Organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos advirtieron que el miedo se ha extendido entre comunidades latinas, donde muchas familias evitan salir de casa o llevar a sus hijos a la escuela por temor a ser detenidas.
Las imágenes de las redadas, difundidas masivamente en redes sociales, reavivaron el debate sobre los límites de las políticas migratorias y el uso de la fuerza por parte de las autoridades federales.
“Lo que vemos hoy no es seguridad fronteriza, es una persecución contra familias trabajadoras”, afirmó un portavoz de la organización Immigrant Justice Now en Chicago.
















