En una declaración que refleja el giro geopolítico en la región, el presidente electo de Chile, José Antonio Kast, se posicionó a favor de una potencial intervención militar de Estados Unidos en Venezuela. Durante su primera gira internacional en Buenos Aires, junto al aliado ideológico Javier Milei, el líder ultraderechista argumentó que una acción de este tipo resolvería un “problema gigantesco” para toda América Latina, al poner fin a lo que calificó como una “narco-dictadura”.
Foto: Agencia AP.
Kast, quien obtuvo una victoria contundente con más del 58% de los votos, aclaró que Chile no lideraría una incursión, pero respaldaría una orden del mandatario estadounidense Donald Trump. Esta postura se enmarca en un escenario de creciente presencia militar de Washington en la zona y operaciones contra el narcotráfico, acciones que el gobierno de Nicolás Maduro denuncia como un atentado a su soberanía.
La migración como argumento central
El discurso del futuro jefe de estado conecta la crisis venezolana con un tema neurálgico en la agenda local: la inmigración. Kast señaló que Chile es “víctima del terror” que implica el régimen de Caracas, en referencia al masivo éxodo de ciudadanos venezolanos, que hoy constituyen el 41.6% de la población migrante en el país. Según su análisis, a Maduro le conviene mantener a millones en el exterior como fuente de divisas.
Políticas disruptivas: el fin de las remesas irregulares
En línea con su visión de soberanía y control fronterizo, Kast anunció una medida contundente: bloquear el envío de remesas por parte de migrantes en situación irregular. Esta estrategia forma parte de un paquete de iniciativas diseñadas para desincentivar la migración ilegal, marcando un rumbo ultrarestrictivo que redefine la política migratoria chilena y su impacto en la economía regional.















