El Secretario de Salud de EE. UU., Robert F. Kennedy Jr., se enfrentó a un intenso escrutinio bipartidista durante una audiencia legislativa de tres horas. Bajo fuego cruzado, intentó justificar su campaña para revertir los protocolos de inmunización contra el COVID-19, una jugada que ha generado una profunda disrupción en las agencias federales de salud.
Kennedy desacreditó a la exdirectora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), reafirmó su retórica escéptica hacia las vacunas y cuestionó los informes de ciudadanos que enfrentan barreras para acceder a los biológicos. La comunidad médica y una facción del Congreso exigen su destitución inmediata. Los debates con los senadores demócratas degeneraron en intercambios acalorados, aunque varios republicanos también mostraron preocupación por sus controvertidas decisiones en materia de políticas pandémicas.