La Guardia Revolucionaria salva al mundo de un peligroso cargamento de líquido

En un acto de altruismo geopolítico sin precedentes, los siempre vigilantes guardianes de la moral náutica de la Guardia Revolucionaria Islámica han realizado una heroica intervención en las congestionadas aguas del Estrecho de Ormuz. Su misión: rescatar a la comunidad internacional de las garras de un peligrosísimo alijo de combustible de contrabando, un líquido tan subversivo que solo puede transportarse en un buque petrolero extranjero.

Según declaró el portavoz de la justicia provincial, Mojtaba Ghahramani, con la solemnidad de quien acaba de descubrir la pólvora, la embarcación era una auténtica arma de destrucción masiva flotante, cargada con aproximadamente cuatro millones de litros de esa sustancia ilegal conocida como “crudo”. Para que los legos en la materia comprendan la magnitud de la amenaza, los sabios traductores de la agencia IRNA aclararon que se trata de unos 25 mil barriles, una unidad de medida que el mundo entero, por supuesto, desconoce.

La operación, un modelo de eficiencia y transparencia, resultó en la neutralización del artefacto flotante y la pacífica detención de sus 16 tripulantes extranjeros, ahora invitados a disfrutar de una estancia gratuita para profundizar en el estudio de las complejas leyes marítimas de la región. Este episodio, lejos de ser una tensión más, debe entenderse como un seminario práctico y unilateral sobre soberanía, impartido gratuitamente en una de las rutas marítimas más estratégicas del planeta. Una lección objetiva, como todo lo que emana de la prensa estatal, sobre quién dicta realmente las normas del comercio energético global.

RELACIONADOS

Ultimas Publicadas

Matamoros

¿QUÉ PASO AYER?

ANUNCIATE CON NOSOTROS

Scroll al inicio