La OTAN refuerza su compromiso con Ucrania pese a tensiones diplomáticas

LA HAYA — En un mundo donde la geopolítica se redefine a velocidad de algoritmo, el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, dejó claro que Ucrania sigue siendo el epicentro de la agenda aliada, incluso con la ausencia de Volodymyr Zelenskyy en reuniones clave. La cumbre, marcada por debates sobre inteligencia artificial y guerra híbrida, busca blindar el apoyo militar hasta 2035.

“El lenguaje sobre Ucrania será contundente: vinculamos el gasto en defensa a su supervivencia”, declaró Rutte ante medios, destacando los 35.000 millones de euros comprometidos por Europa y Canadá. Una cifra que escaló un 75% en meses, reflejando la urgencia ante la ofensiva rusa respaldada por Corea del Norte y drones iraníes.

La sombra de Trump planea sobre la diplomacia. Tras su enfrentamiento con Zelenskyy en la Oficina Oval, el líder ucraniano quedó excluido de la mesa principal, un guiño a las tensiones en año electoral. “La Federación Rusa es la amenaza inmediata”, advirtió Rutte, mientras Moscú lanzaba esa misma noche 352 drones y 11 misiles balísticos contra ciudades ucranianas.

El contraste con la cumbre de Washington es brutal: de las promesas de membresía a una lucha por mantener el apoyo en la era de la desinformación. Mientras la OTAN debate ciberseguridad y satélites Starlink, Ucrania libra una guerra donde la tecnología y la diplomacia chocan en tiempo real.