La presión ciudadana aumenta para desbloquear el cierre gubernamental
WASHINGTON.- La presión para concluir el segundo cierre más prolongado de la historia del gobierno federal está adquiriendo una urgencia renovada esta semana. Millones de ciudadanos se enfrentan al riesgo inminente de perder la asistencia alimentaria, más funcionarios públicos pierden su primer sueldo completo y los constantes retrasos en los aeropuertos trastocan los itinerarios de viajeros.
La creciente tensión sobre los legisladores para resolver el punto muerto fue amplificada por el sindicato más grande de empleados federales del país, que instó al Congreso a aprobar inmediatamente una ley de asignaciones presupuestarias y garantizar el pago íntegro de los salarios. Everett Kelley, presidente de la Federación Americana de Empleados Gubernamentales, manifestó que ambos partidos políticos han dejado clara su postura.
“Es el momento de sancionar una resolución continua limpia y terminar con este parálisis hoy. No a las medias tintas, y no a los juegos políticos”, declaró Kelley, cuyo sindicato posee un considerable peso político entre los legisladores demócratas.
A pesar de esto, los senadores demócratas, incluidos aquellos que representan estados con una alta densidad de trabajadores federales, no parecían dispuestos a ceder. El senador por Virginia, Tim Kaine, afirmó que mantendría su postura de lograr acuerdos con la Casa Blanca para impedir despidos masivos adicionales por parte del gobierno. Los demócratas también exigen que el Congreso prorrogue los subsidios para los seguros médicos bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible.
“Es imperativo llegar a un consenso con Donald Trump”, expresó Kaine.
No obstante, los cierres se vuelven más onerosos cuanto más se prolongan. Este paro parcial de la administración cumple su cuarta semana completa a partir del martes, y es probable que millones de estadounidenses experimenten adversidades de forma directa.
El impacto del cierre está a punto de intensificarse drásticamente.
Los 1,3 millones de militares en servicio activo del país arriesgan no percibir su paga este viernes. A principios de este mes, el gobierno de Trump aseguró sus salarios mediante la transferencia de 8.000 millones de dólares de fondos destinados a investigación y desarrollo militar para cubrir la nómina. Sin embargo, existe incertidumbre sobre si la administración Trump estará dispuesta o será capaz de realizar una nueva transferencia de fondos.
En un golpe aún mayor, la Casa Blanca indica que el financiamiento para el programa de asistencia alimentaria, del cual dependen 42 millones de estadounidenses para complementar su gasto en alimentos, se agotará el viernes.
El gobierno ha utilizado más de 5.000 millones de dólares en fondos de contingencia para mantener el flujo de beneficios hasta noviembre. Y ha declarado que no reembolsará a los estados si estos cubren temporalmente el costo de los beneficios el próximo mes.
El Departamento de Agricultura sostiene que el fondo de contingencia está designado para ayudar en la respuesta a emergencias como desastres naturales. Los demócratas argumentan que la decisión concerniente al Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria, conocido como SNAP, contradice las directrices previas del departamento sobre sus operaciones durante un cierre.


















