La temporada de huracanes 2025 será intensa pero menos destructiva que la anterior

Natasha Ducre inspecciona los restos de su cocina, devastada tras perder gran parte del techo durante el paso del huracán Milton el 10 de octubre de 2024 en Palmetto, Florida.

Los océanos registran temperaturas más altas de lo habitual, lo que anticipa otra temporada ciclónica inusualmente activa en el Atlántico, aunque los expertos descartan que alcance el caos de 2024, el tercer año con mayores daños económicos registrados, marcado por tormentas letales como Beryl, Helene y Milton.

La NOAA reveló este jueves su proyección para la temporada de huracanes en el Atlántico, que inicia el 1 de junio y finaliza en noviembre: 60% de probabilidad de mayor intensidad, 30% cercana a lo normal y solo 10% por debajo del promedio. Se esperan entre 13 y 19 tormentas con nombre, de las cuales 6 a 10 evolucionarían a huracanes, y 3 a 5 alcanzarían categoría 3 o superior (vientos >177 km/h). Una temporada promedio registra 14 tormentas, 7 huracanes y 3 ciclones mayores.

“Las condiciones están dadas para una temporada por encima de lo normal”, afirmó Ken Graham, director del Servicio Meteorológico Nacional, aunque las temperaturas oceánicas no superan los récords de 2024. Pese a los recortes presupuestarios en la NOAA, la capacidad operativa sigue siendo óptima, aseguró durante un evento en Luisiana que conmemoró los 20 años del huracán Katrina.

Desde 1995, 21 de las 30 temporadas han sido más activas de lo normal, casi la mitad clasificadas como “hiperactivas”. El cambio climático ha intensificado estos fenómenos: tormentas más lentas, húmedas y destructivas. “El océano cálido es su combustible”, explicó Kristen Corbosiero, meteoróloga de la Universidad de Albany. “Mayor temperatura significa más energía y humedad para alimentarlos”.

Phil Klotzbach, de la Universidad Estatal de Colorado, proyecta 17 tormentas con nombre, 9 huracanes y 4 ciclones mayores, basado en tendencias recientes. Aunque descarta un escenario tan extremo como 2024, advierte: “Basta un solo huracán para cambiar todo, como Andrew en 1992”.

¿Estamos preparados para reinventar la resiliencia climática? La temporada 2025 desafía no solo a los pronósticos, sino a nuestra capacidad de transformar la adversidad en innovación.