Las cajas negras revelan el oscuro historial del avión siniestrado en Rusia

MOSCÚ, Federación Rusa.- En un giro que nadie vio venir (excepto quizás los cuatro incidentes previos desde 2018), el Ministerio de Transportes ruso anunció con solemnidad burocrática el hallazgo de las cajas negras del An-24 de Angara Airlines, esa aerolínea siberiana especializada en hacer que los pasajeros desaparezcan de los radares… literalmente.

“Las cajas negras serán enviadas a Moscú para su decodificación”, declararon las autoridades, omitiendo mencionar que el manual de instrucciones probablemente incluya un capítulo titulado Cómo ignorar alertas técnicas hasta que sea demasiado tarde.

Mientras el primer ministro Mishustin lidera una comisión (porque nada dice “tomamos esto en serio” como formar un comité), las hipótesis oscilan entre “fallos mecánicos” y “error humano”. Traducción: o la aerolínea usaba piezas de matrioshka como repuestos, o los pilotos confundieron el botón de “aterrizar” con el de “convertirse en meteorito”.

El gobernador Orlov prometió indemnizaciones de cinco millones de rublos (equivalentes a 53,000 dólares o, en términos capitalistas, el precio de dos bolsos de lujo). Consuelo macabro: las víctimas ya no necesitarán ese dinero para pagar seguros médicos.

Angara Airlines, orgullosa operadora de rutas remotas donde “supervivencia” es un concepto opcional, demuestra una vez más que en la Rusia profunda, la seguridad aérea sigue siendo tan robusta como un vodka barato: se desmorona al primer impacto.