Las hipotecas a 30 años en EE. UU. marcan una nueva tendencia alcista
El índice de referencia para la adquisición de vivienda en Estados Unidos, la tasa promedio de hipoteca a 30 años, ha iniciado un repunte por segunda semana consecutiva. Este movimiento interrumpe una racha de descensos que había llevado los costos de financiamiento a su punto más bajo en casi un año.
El último reporte de Freddie Mac confirma que el interés para los préstamos a largo plazo escaló al 6.34%, un incremento frente al 6.3% registrado la semana anterior. Esta cifra contrasta con el 6.12% promedio del mismo periodo en el año anterior.
La dinámica de las tasas hipotecarias responde a un ecosistema complejo. Las decisiones de la Reserva Federal sobre los tipos de interés, las proyecciones de los inversores en deuda pública y la evolución de la inflación son factores determinantes. Típicamente, estas tasas siguen la trayectoria del rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, la principal referencia para que las entidades crediticias establezcan el precio de los créditos inmobiliarios.
Este jueves, el rendimiento a 10 años se situaba en el 4.10%, una caída significativa desde el 4.19% de la semana pasada. Este retroceso ha sido impulsado por indicadores económicos desfavorables, con especial énfasis en los datos del mercado laboral.
El descenso en los costos de financiación comenzó antes de la esperada decisión de la Reserva Federal el mes pasado de recortar su tipo de interés principal, una medida que no se tomaba en un año, motivada por la creciente preocupación por el empleo.
No obstante, el presidente de la Fed, Jerome Powell, ha adoptado una estrategia prudente respecto a futuras reducciones. Esta postura genera un contraste evidente con otros miembros del comité de política monetaria, en particular aquellos designados por el expresidente Donald Trump, quienes abogan por una política de recortes más agresiva.
El sector inmobiliario enfrenta un panorama complejo desde 2022, cuando los intereses hipotecarios comenzaron su ascenso desde los mínimos históricos. Las transacciones de viviendas usadas en Estados Unidos registraron el año pasado su volumen más bajo en casi tres décadas. Los datos del año en curso indican que las ventas continúan por debajo de los niveles observados en el mismo periodo de 2024.