Maduro responde a Trump: desinformación versus datos en la crisis bilateral
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha calificado de “noticias falsas” la reciente escalada de tensiones con Washington en una comunicación oficial dirigida a su homólogo estadounidense, Donald Trump. En la misiva, el mandatario venezolano defendió la eficacia de sus fuerzas de seguridad, afirmando haber “destruido más del 70 por ciento” del reducido porcentaje de estupefacientes producidos en Colombia que transitan por su territorio.
Maduro denunció una campaña de desinformación digital destinada a fabricar vínculos entre su gobierno y carteles de la droga, una narrativa que tildó de justificación para un “conflicto armado” con consecuencias catastróficas para la región. La carta, fechada el 6 de septiembre y divulgada este domingo por la vicepresidenta Delcy Rodríguez a través de Telegram, respalda sus afirmaciones con datos de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Una infografía adjunta detalla que el 87% de los narcóticos colombianos siguen rutas del Pacífico sudamericano con destino a Estados Unidos y Europa. Frente al mínimo tránsito que intenta cruzar la extensa frontera venezolano-colombiana, Maduro destacó la neutralización de “402 aeronaves del narcotráfico internacional“, en cumplimiento de la legislación nacional.
El líder chavista enfatizó el “historial impecable” de Venezuela en la lucha antidrogas y se refirió al canal diplomático establecido a través del enviado especial estadounidense, Richard Grennell, como un mecanismo funcional. Invocando la proclamación de América Latina y el Caribe como zona de paz por la CELAC, instó a Trump a privilegiar el diálogo sobre la confrontación.
La decisión de hacer pública la comunicación responde, según el gobierno venezolano, a filtraciones parciales en medios estadounidenses. La vicepresidenta Rodríguez advirtió que la “amenaza militar” debe cesar y reaffirmó la unidad nacional para defender la soberanía y el legado de Simón Bolívar.
Esta publicación se produce en un contexto de máxima tensión, tras las advertencias de Trump sobre consecuencias “incalculables” y el despliegue de buques de guerra y cazas F-35 estadounidenses en aguas del Caribe cercanas a Venezuela, quien exige una investigación de la ONU por lo que define como una “guerra no declarada“.