México y China celebran una década de promesas en foro CELAC

En un acto que combina la solemnidad diplomática con el ritual anual de firmar papeles que nadie leerá, el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón De la Fuente, se unirá al circo geopolítico conocido como el Foro China-CELAC. Allí, entre sonrisas forzadas y apretones de mano calculados, se conmemorará una década de planes de acción tan ambiciosos como la lista de propósitos de Año Nuevo de un político en campaña.

Según el comunicado de la SRE —un documento que seguramente redactaron mientras jugaban al “¿cuántas veces podemos repetir ‘cooperación’ sin reírnos?”—, asistirán los presidentes de Brasil, Colombia y Chile, junto a una veintena de cancilleres cuya presencia garantiza buenas fotos para la prensa, aunque no necesariamente avances concretos.

El foro, que en teoría promueve proyectos de infraestructura, tecnología y erradicación de la pobreza, parece más bien un catálogo de buenas intenciones donde cada año se renuevan compromisos con la misma eficacia con la que se repiten los discursos sobre “alianza estratégica”. Mientras tanto, el canciller De la Fuente aprovechará para tomarse un café con su homólogo chino, Wang Yi, en lo que seguramente será una conversación tan productiva como un partido de ajedrez entre dos jugadores que ya saben cómo termina el juego.