Niña guatemalteca muere tras ser detenida por la Patrulla Fronteriza

Una niña guatemalteca de 7 años que entró a Estados Unidos de manera ilegal junto con su padre la semana pasada murió poco después de ser detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza, confirmaron autoridades migratorias federales el jueves.

La niña falleció por deshidratación y choque más de ocho horas después de que los agentes la arrestaron cerca de Lordsburg, Nuevo México, reportó The Washington Post. Era de origen guatemalteco y viajaba con un grupo de 163 personas que se entregaron a los agentes el 6 de diciembre.

Se desconoce qué le sucedió a la niña durante esas ocho horas antes de que presentara convulsiones y fuera trasladada vía aérea a un hospital de El Paso. En un comunicado, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza señaló que no había comido ni tomado agua en varios días.

Autoridades de inmigración en Estados Unidos dijeron el viernes que se realizará una autopsia para determinar la causa de la muerte de una niña guatemalteca que murió poco después de ser detenida por agentes de la Patrulla Fronteriza.

Funcionarios de Aduanas y Protección Fronteriza dijeron que era una menor no acompañada, lo que significa que sus padres no iban con ella. Pero The Washington Post informó el jueves que ella viajaba con su padre, citando a la misma agencia federal. La causa de la discrepancia no está clara.

La agencia no le proporcionó a The Associated Press el comunicado que le dio al Post a pesar de múltiples solicitudes.

Procesar a 163 inmigrantes en una noche habría representado un reto para la agencia, cuyas instalaciones de detención son temporales y no cuentan con la capacidad de albergar a tantas personas.

Cuando un agente de la Patrulla Fronteriza realiza un arresto, esa persona es procesada en una instalación, pero por lo general no pasa más de 72 horas detenida antes de ser transferida al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE por sus iniciales en inglés) o, si es de nacionalidad mexicana, ser deportada a su país.

La muerte de la menor genera dudas sobre si los agentes fronterizos sabían que estaba enferma o si se le alimentó o dio de beber durante las más de ocho horas que estuvo detenida.

 

 

AP