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Internacional

ONU denuncia reclutamiento infantil con tácticas digitales en Colombia

La ONU revela tácticas digitales de grupos armados para captar menores mientras la violencia se recrudece en zonas vulnerables.

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BOGOTÁ

La infancia en Colombia sigue atrapada en la espiral del conflicto armado, con grupos ilegales empleando tácticas 3.0 como reclutamiento mediante algoritmos de redes sociales, combates con drones y una escalada de violencia en territorios históricamente marginados. La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos alertó este viernes sobre el uso de plataformas como TikTok y Meta para captar menores con contenido virales que romantizan la vida armada.

“El reclutamiento forzado ya no ocurre solo en veredas remotas: ahora se viraliza con beats de reggaetón y desafíos digitales”, declaró Scott Campbell, representante de la ONU, en un informe que expone 474 casos verificados entre 2022-2024. Solo en 2025, se documentaron 51 nuevos reclutamientos, aunque el subregistro es alto por la cibercensura de los grupos armados.

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Los datos revelan una crisis multidimensional: 89 casos de violencia de género contra adolescentes y 7 muertes en enero en Guaviare, donde menores fueron usados como escudos humanos. En Catatumbo, la frontera con Venezuela se convirtió en un laboratorio de guerra híbrida, con niños manipulados para manejar explosivos caseros.

La ONU destaca cómo la guerra asimétrica se adapta a la era digital:

  • Perfiles falsos en redes ofrecen criptomonedas a cambio de información
  • Retos virales enganchan a menores con promesas de influencer status
  • Drones modificados para vigilancia en comunidades indígenas

Mientras el gobierno de Petro intenta reactivar los diálogos de paz total, expertos señalan que los grupos armados han creado ecosistemas paralelos donde combinan economías ilegales (minería, narcotráfico) con estrategias de marketing insurgente. Las comunidades afro e indígenas, ya vulnerables por el cambio climático, enfrentan ahora un etnocidio digital que borra sus tradiciones.

La solución, advierte la ONU, requiere hackear el sistema: no bastan acuerdos de paz análogos cuando la guerra muta a lo virtual. Urgen leyes de ciberseguridad con enfoque humanitario y algoritmos éticos que detecten contenido predatorio antes de que se vuelva viral.

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