Una nueva incursión militar en aguas internacionales
Una nueva incursión militar ejecutada por el ejército de los Estados Unidos en el Caribe ha resultado en la muerte de seis personas, según el anuncio realizado por el presidente Donald Trump a través de sus redes sociales. La administración estadounidense justifica esta acción, la quinta de su tipo, clasificando a los presuntos narcotraficantes como combatientes ilegales. Sin embargo, una investigación más profunda revela una creciente fisura política y serias interrogantes sobre los fundamentos legales y las evidencias que sustentan estas operaciones letales.
El video y la justificación oficial
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, fue quien ordenó el ataque, cuyo registro audiovisual en blanco y negro fue difundido públicamente por el mandatario. La grabación muestra una pequeña embarcación, aparentemente inmóvil, siendo destruida por un proyectil. Trump afirmó que la inteligencia confirmó que la lancha traficaba estupefacientes y estaba vinculada a lo que denomina “redes narcoterroristas”. No obstante, la solicitud de The Associated Press al Pentágono para obtener más información no fue respondida, y un funcionario de Defensa, hablando bajo anonimato, solo corroboró la veracidad de los detalles publicados en redes.
La creciente tensión en el Capitolio
La estrategia de la Casa Blanca ha encendido las alarmas en el Capitolio, donde legisladores de ambos partidos expresan su frustración. Mientras algunos republicanos exigen conocer la justificación legal específica, los demócratas argumentan que estas ofensivas violan abiertamente el derecho estadounidense e internacional. La semana pasada, el Senado rechazó una resolución de poderes de guerra que habría exigido una autorización congresional explícita para estos operativos. Un memorando del gobierno de Trump, obtenido por la AP, sostiene que Estados Unidos se encuentra en un “conflicto armado no internacional” con estas organizaciones, una postura que amplía significativamente los márgenes de acción del ejecutivo.
La ausencia de pruebas y las advertencias
La investigación periodística ha descubierto un dato crucial: según dos funcionarios estadounidenses familiarizados con el tema, el gobierno no ha proporcionado a los legisladores las pruebas subyacentes que demuestren que las embarcaciones atacadas transportaban narcóticos. Esta falta de transparencia alimenta el escepticismo. El senador Adam Schiff advirtió que estos ataques, que ya suman 27 fallecidos, conllevan un riesgo real de involucrar a la nación en una guerra abierta y prometió impulsar una nueva votación para frenarlos.
La respuesta de Venezuela y la narrativa de la agresión
Al sur del conflicto, la reacción no se hizo esperar. Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela y aliado de Nicolás Maduro, convocó a medios locales y extranjeros para lanzar un contundente mensaje. Acusó a Washington de utilizar mentiras como pretexto para una eventual agresión, afirmando que el verdadero objetivo no es la búsqueda de la verdad ni el combate al narcotráfico, sino la fabricación de una excusa para la invasión. “Defiendan la verdad”, pidió Rodríguez a la prensa, en un llamado que resuena frente a las acciones militares cuyas justificaciones permanecen, hasta ahora, en la opacidad.