Fiscal General en la Mira del Congreso
La Fiscal General de Estados Unidos, Pam Bondi, evadió sistemáticamente las interpelaciones de los legisladores durante una tensa sesión congresional este martes, intentando contrarrestar las acusaciones de transformar el Departamento de Justicia en un instrumento de retaliación contra opositores políticos de la administración anterior.
Los congresistas demócratas aprovecharon la comparecencia -que sigue a la imputación del exdirector del FBI James Comey- para alertar sobre la aparente erosión de la autonomía institucional en un organismo históricamente blindado contra influencias ejecutivas.
Bondi desestimó con visible desapego los cuestionamientos sobre su controvertida gestión, replicando consistentemente mientras los interrogadores insistían sobre pesquisas con motivación partidista, remoción de fiscales titulares y otros procedimientos administrativos. Esta estrategia de resistencia dialéctica impidió obtener clarificaciones sustantivas sobre sus determinaciones, optando instead por contraatacar señalando que fue durante la administración Biden cuando se judicializó la persecución política mediante dos procesos penales contra el expresidente.
“Ejercitaron el lawfare como arma de guerra política, constituyendo una traición histórica a la confianza ciudadana”, declaró la funcionaria refiriéndose a la anterior administración. “Estas prácticas corroen los cimientos de la credibilidad en nuestro sistema judicial. Nuestra misión es reconstruir esa legitimidad institucional día tras día”.
