La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, negó este lunes que existan indicios que vinculen las remesas enviadas desde Estados Unidos con actividades de lavado de dinero, esto luego de que la Red de Control de Delitos Financieros (FinCEN, por sus siglas en inglés) emitiera una alerta para reforzar la vigilancia en transferencias transfronterizas.
La mandataria afirmó que, hasta el momento, no se ha detectado evidencia que sustente los señalamientos del organismo estadounidense. Sin embargo, reconoció que, de existir casos aislados, deben investigarse y sancionarse sin criminalizar a los millones de mexicanos que envían recursos a sus familias.
“No hay indicios de lavado de dinero […] y si hubiera indicios, tiene que investigarse y sancionarse, pero no vamos a criminalizar a quienes envían remesas”, declaró Sheinbaum.
La alerta de FinCEN, emitida el 28 de noviembre, pidió a los negocios dedicados al envío de dinero incrementar la vigilancia y reportar cualquier actividad sospechosa, especialmente en transacciones por encima de los 2 mil dólares y en operaciones realizadas por inmigrantes indocumentados. El organismo recordó que, en 2024, México recibió más de 72 mil millones de dólares en remesas provenientes de Estados Unidos, y advirtió que pequeñas transferencias han sido usadas anteriormente para facilitar financiamiento terrorista o actividades ilícitas.
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, respaldó la alerta al señalar que los extranjeros sin estatus legal no deberían tener acceso al sistema financiero para mover “fondos obtenidos ilícitamente”.
Pese a ello, Sheinbaum aseguró que existe coordinación continua entre instituciones financieras de Estados Unidos y la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) mexicana para investigar posibles casos de lavado, reiterando que no hay motivos para generalizar o sospechar de los migrantes que apoyan a sus familias desde el extranjero.













