Valle del Río Grande, Texas.- Como parte de la ofensiva migratoria impulsada durante la administración de Donald Trump, autoridades federales y estatales pusieron en marcha el Operativo Pick-Off, con redadas en distintos puntos del sur de Texas.
El despliegue incluyó la participación del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), el FBI, la DEA y el Departamento de Justicia de Estados Unidos, además de más de 400 soldados enviados a la frontera para apoyar a la Patrulla Fronteriza en detenciones y aseguramientos.
De acuerdo con testigos, los agentes de ICE no se trasladan en las tradicionales camionetas blancas con franjas verdes, sino en vehículos particulares, lo que dificulta identificarlos durante los operativos.
Las redadas se han registrado en construcciones, restaurantes, calles, centros comerciales, iglesias, bares e incluso escuelas en ciudades como Harlingen, Brownsville, McAllen, Donna y Alamo, entre otras del Valle del Río Grande (RGV).
En redes sociales circularon imágenes de oficiales encapuchados y con chalecos tácticos, listos para ingresar a distintas áreas donde se concentran trabajadores hispanos.
El operativo también contempla vigilancia previa en colonias y negocios latinos, lo que ha generado preocupación entre la comunidad inmigrante, que teme ser detenida y deportada de manera inmediata.
Organizaciones civiles han recomendado a las familias indocumentadas tener un plan de acción, portar siempre identificaciones y evitar caer en pánico ante la presencia de vehículos sospechosos en la zona.
Por Mex Noticias
