Tribunal ecuatoriano mantiene en prisión a militares por desaparición de adolescentes

QUITO — ¿Qué oculta realmente el caso de los cuatro adolescentes desaparecidos en Guayaquil? Un tribunal de justicia acaba de negar el habeas corpus solicitado por 11 de los 16 militares implicados, pero las preguntas persisten: ¿Por qué solo cinco colaboraron con la fiscalía? ¿Qué información crucial guardan los expedientes clasificados?

Los hechos se remontan al 8 de diciembre, cuando los jóvenes —de 11, 14 y 15 años— salieron a jugar fútbol en el barrio Las Malvinas y nunca regresaron. Días después, sus restos calcinados aparecieron cerca de una base militar. ¿Fue un “operativo rutinario” como alega la defensa, o un acto de brutalidad sistemática?

Fuentes judiciales revelaron a este medio que los militares que aceptaron colaboración eficaz admitieron bajo interrogatorio actos de tortura: golpizas, desnudos forzados y lanzamientos desde vehículos castrenses. Sin embargo, documentos filtrados muestran incongruencias en los informes castrenses iniciales, que hablaban de un “delito flagrante” nunca corroborado.

El abogado Fernando Bastías, representante de las víctimas, cuestiona: “¿Por qué el Ejército tardó 72 horas en reportar el hallazgo de los cuerpos?” Mientras, familiares exigen respuestas en marchas que recorren Quito, portando fotos de los menores y consignas contra la impunidad.

Este caso resurge en un contexto explosivo: el estado de conflicto armado interno declarado por el presidente Daniel Noboa en 2023, que militarizó las calles. Analistas consultados advierten sobre un patrón preocupante: al menos tres denuncias similares contra uniformados en los últimos 18 meses, todas archivadas por “falta de pruebas”.

La fiscalía insiste en que buscan la pena máxima (26 años) por desaparición forzada agravada, pero ¿será suficiente? Mientras el expediente judicial crece —con nuevos testimonios de vecinos que hablan de detenciones arbitrarias esa noche—, Ecuador enfrenta una pregunta incómoda: ¿Están las fuerzas armadas protegiendo a la ciudadanía o reproduciendo la violencia que juraron combatir?