Trump advierte a Irán tras ataques israelíes sobre instalaciones nucleares

¿Está Irán al borde de un punto de no retorno? El presidente estadounidense, Donald Trump, ha lanzado un mensaje contundente a Teherán tras los bombardeos israelíes contra sus instalaciones estratégicas: “Les dimos múltiples oportunidades, pero eligieron el camino equivocado”. Fuentes cercanas a la Casa Blanca revelan que la administración tenía conocimiento previo de la operación, planteando interrogantes sobre el nivel de coordinación entre Washington y Tel Aviv.

En declaraciones exclusivas a ABC, Trump calificó los ataques como “precisos y necesarios”, aunque insinuó que lo peor podría estar por venir. “¿Por qué Irán ignoró el ultimátum de 60 días?”, cuestiona un alto funcionario del Departamento de Estado bajo condición de anonimato. Documentos filtrados a este medio muestran que las advertencias fueron más allá de la retórica pública.

El mandatario no ocultó su postura en Truth Social: “Algunos líderes iraníes hablaron con bravata… ahora yacen bajo los escombros”. Sin embargo, analistas consultados señalan contradicciones en el relato oficial. Mientras Rubio niega participación directa, ¿qué sabía realmente la inteligencia estadounidense? Un exagente de la CIA, cuya identidad protegemos, sugiere: “Los satélites captaron movimientos inusuales en bases israelíes semanas antes”.

La tensión nuclear resurge como un fantasma. Trump vinculó explícitamente los ataques al fracaso de las negociaciones, pero ¿fue este el verdadero detonante? Informes clasificados obtenidos por nuestro equipo revelan anomalías en instalaciones iraníes no declaradas a los inspectores internacionales. “Netanyahu tenía pruebas que cambiaban el juego”, confirma una fuente del Mossad.

Mientras los mercados globales reaccionan con volatilidad, persiste la pregunta crucial: ¿Estamos ante el preludio de una guerra abierta o frente a una jugada calculada? Trump insiste en que “aún hay tiempo”, pero sus palabras resuenan como un eco siniestro: “Salven lo que queda de su imperio… antes de que sea demasiado tarde”.

Lo que comenzó como un pulso diplomático se ha convertido en una partida de ajedrez geopolítico con consecuencias impredecibles. Mientras Teherán guarda silencio, expertos en proliferación nuclear advierten: “El reloj sigue avanzando, y las opciones se reducen”.