Un centenar de personas, entre ellas varios niños, quedaron atrapadas este martes en la cima del Monte Moro, en los Alpes italianos, tras un incidente técnico en el teleférico que une la estación de Macugnaga con la cumbre, situada a 2.800 metros de altitud. Según informó el Cuerpo Nacional de Rescate Alpino, todas las personas afectadas han sido ya evacuadas con éxito, completándose las operaciones de rescate en las horas posteriores al suceso.
El accidente se produjo a las 11.25 hora local, cuando una de las cabinas del remonte no logró detenerse en la estación de llegada e impactó contra la barrera de parada. Esta colisión provocó lesiones leves a seis personas, que fueron atendidas y evacuadas de inmediato por los servicios de emergencia. El incidente principal, sin embargo, derivó en una situación de mayor envergadura: el resto de usuarios, unas 94 personas que se encontraban ya en la estación superior o en otras cabinas, quedaron bloqueadas en la montaña, obligando a activar un dispositivo de rescate complejo dada la altitud y las condiciones del terreno.
La respuesta de emergencia fue inmediata y multidisciplinar. En las operaciones participaron de forma coordinada bomberos, especialistas del Cuerpo Nacional de Rescate Alpino y agentes de la Guardia di Finanza, que desplegaron helicópteros y otros medios aéreos y terrestres para proceder a la evacuación segura de todos los afectados. La logística en un entorno de alta montaña presenta desafíos técnicos significativos, donde la coordinación, la meteorología y la capacidad de acceso son factores críticos para el éxito.
La finalización exitosa de la evacuación sin víctimas graves se considera un resultado positivo que subraya la eficacia de los protocolos de emergencia alpinos. Como medida de precaución, las autoridades locales ordenaron el cierre preventivo de las pistas de esquí adyacentes y la suspensión temporal del servicio del teleférico. Esta decisión, estándar en estos casos, permite garantizar la seguridad de los usuarios mientras se realizan las verificaciones técnicas pertinentes para determinar las causas exactas del fallo. La instalación, un remonte histórico construido en 1962, había sido sometida a una revisión general integral a principios de 2023.
Aquella modernización incluyó el reemplazo de componentes clave como motores, poleas y cabinas, con una inversión dirigida explícitamente a mejorar los estándares de seguridad y la eficiencia operativa del sistema. El incidente ha generado lógica preocupación entre los operadores turísticos de la zona y las autoridades municipales y regionales. La temporada alta de esquí concentra un gran volumen de usuarios en estos sistemas de transporte, que son vitales para la economía local pero que operan bajo condiciones extremas.
Este evento pone de relieve, una vez más, la importancia crítica de mantener y auditar de forma continua protocolos de mantenimiento estrictos y planes de emergencia exhaustivos para los transportes de montaña. La prioridad absoluta sigue siendo la integridad física de los usuarios, un principio que guía tanto las inversiones en modernización como la respuesta ante imprevistos. Mientras los técnicos investigan el origen del fallo para implementar las correcciones necesarias, el episodio sirve como recordatorio de los riesgos inherentes a la explotación de infraestructuras complejas en entornos de alta montaña y de la necesidad de una vigilancia técnica permanente.
