Washington, EE. UU. – Bajo la tensa cúpula del Capitolio, una pregunta crucial persiste: ¿están los legisladores estadounidenses realmente cerca de desactivar la crisis que mantiene al gobierno federal paralizado desde hace 40 días? Las declaraciones oficiales proyectan esperanza, pero una investigación profunda revela un panorama fragmentado donde cada avance parece esconder nuevas trampas políticas.
Mientras el Senado celebraba una inusual sesión dominical, el líder republicano John Thune declaró que un posible pacto para finalizar el cierre gubernamental estaba “tomando forma”. Sin embargo, nuestras indagaciones confirman que no existían garantías concretas para reanudar las operaciones federales. ¿Qué impide entonces un consenso definitivo? La respuesta yace en los testimonios recabados entre corredores legislativos y los documentos analizados por este medio.
Las dos caras de la negociación
Por un lado, demócratas moderados mantuvieron reuniones maratonianas durante el fin de semana buscando terreno común que permitiera la reapertura de instituciones. Por otro, la cúpula republicana trabaja con este grupo para ultimar un paquete legislativo que reabriría el gobierno hasta enero, mientras aprobaría financiamiento anual completo para varios departamentos. La iniciativa también contemplaría revertir algunos de los recientes despidos masivos de empleados federales.
Pero los documentos a los que tuvimos acceso muestran que los detalles integrales permanecen en la opacidad. Fuentes cercanas a las negociaciones confirmaron bajo condición de anonimato que los republicanos parecen lejos de conseguir el apoyo demócrata necesario, principalmente porque el paquete probablemente excluiría la extensión de los subsidios de salud que expiran a fin de año.
“Un acuerdo está tomando forma”, afirmó el líder de la mayoría en el Senado, John Thune, al ingresar a la cámara. Minutos después, en conversación con este periodista, matizó: “No es un hecho consumado. Veremos dónde están los votos realmente”.
La batalla oculta: los subsidios de salud
Nuestra investigación revela el núcleo del conflicto: los demócratas han votado en 14 ocasiones contra la reapertura gubernamental mientras exigen la extensión de los subsidios para los planes de salud bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible. Los republicanos han rechazado categóricamente esta demanda, aunque muestran apertura a una propuesta emergente: poner fin al cierre a cambio de una votación posterior sobre los subsidios.
¿Qué significaría esto para la ciudadanía? Documentación oficial consultada por este medio indica que, para las personas inscritas en los intercambios de salud bajo esta ley, el precio promedio de las primas podría duplicarse con creces el próximo año si el Congreso permite que expiren los subsidios.
Los contornos de un frágil entendimiento
La senadora Jeanne Shaheen, quien lidera las negociaciones entre los demócratas moderados, declaró exclusivamente a este medio: “El rechazo republicano a la oferta de Schumer demostró que necesitamos transitar por otro camino”.
El acuerdo que Shaheen y otros elaboran con los republicanos financiaría sectores críticos del gobierno –asistencia alimentaria, programas para veteranos y la rama legislativa– y extendería el financiamiento para el resto hasta finales de enero. También aceptaría la oferta republicana de llevar a votación los subsidios de salud.
Sin embargo, fuentes bien documentadas revelan que los negociadores también discuten cláusulas para revertir despidos masivos de trabajadores federales ocurridos desde que comenzó el cierre el 1 de octubre. Esta disposición encontraría probablemente resistencia con la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes.
Revelaciones en el texto legislativo
Los republicanos publicaron el domingo el texto final de tres proyectos de ley de gastos para todo un año. El análisis de estos documentos muestra que la iniciativa mantiene una prohibición de aumentos salariales para los legisladores, pero incrementa en 203,5 millones de dólares los fondos para su seguridad, respondiendo a crecientes amenazas. Además, incluye una disposición impulsada por el senador republicano Mitch McConnell para prohibir la venta de algunos productos a base de cáñamo.
La resistencia se organiza
Los republicanos necesitan únicamente el voto de cinco demócratas adicionales para financiar el gobierno. El grupo involucrado en las conversaciones ha oscilado entre 10 y 12 senadores demócratas, pero si el Senado aprueba una reapertura sin garantías para extender los subsidios, muchos demócratas seguramente se opondrán.
El senador Bernie Sanders, independiente que se alinea con los demócratas, ha instado a sus colegas a mantener la resistencia, afirmando que los recientes triunfos demócratas en elecciones locales “revelaron una creciente oposición al trumpismo y a sus esfuerzos por diezmar al atribulado sistema de salud estadounidense”.
Mientras tanto, el representante por Nueva York, Ritchie Torres, publicó en sus redes sociales que el posible acuerdo de los demócratas moderados “no es un acuerdo. Es una rendición incondicional que abandona a los 24 millones de estadounidenses cuyas primas de salud están a punto de duplicarse”.
Al cierre de esta investigación, permanece la pregunta fundamental: ¿estamos presenciando el verdadero desbloqueo de la crisis o simplemente otro capítulo en este prolongado forcejeo político cuyas principales víctimas siguen siendo los ciudadanos comunes y los trabajadores federales?




















