Venezuela entrena civiles en manejo de armas ante tensión con EU

Las crecientes fricciones entre Estados Unidos y Venezuela han alcanzado un punto crítico tras el reciente despliegue de fuerzas navales estadounidenses en aguas del Caribe. ¿Qué impulsa realmente esta movilización militar? ¿Se trata de una estrategia de disuasión o el preludio de una intervención más directa? Las respuestas parecen esconderse tras una cortina de acusaciones y operaciones encubiertas.

Documentos gráficos obtenidos en exclusiva por las agencias internacionales EFE y AFP, y verificados por nuestro equipo de investigación, muestran a miembros de los Consejos Comunales y Cívicos de Venezuela participando en ejercicios de instrucción militar dentro de las instalaciones de Fuerte Tiuna, en Caracas. Las imágenes, capturadas este 20 de septiembre, plantean una inquietante pregunta: ¿está el gobierno de Nicolás Maduro preparando a la población civil para un conflicto armado?

Nuestra investigación ha logrado establecer que instructores de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) se han desplegado en diversas comunidades, donde imparten formación en el manejo de armas de fuego a ciudadanos comunes. El discurso oficial habla de “defensa integral de la nación”, pero fuentes consultadas dentro de estas comunidades revelan un mensaje más directo: prepararse para repeler una eventual agresión extranjera, específicamente de Estados Unidos.

Este adiestramiento masivo de civiles coincide con denuncias del gobierno venezolano ante la Organización de las Naciones Unidas, donde acusa a Washington de librar una “guerra no declarada” en el Caribe mediante operaciones que han resultado en la muerte de decenas de personas etiquetadas como narcotraficantes. ¿Existe realmente una conexión entre estos operativos antidrogas y la movilización de civiles armados? Los testimonios de analistas geopolíticos consultados sugieren que estamos ante una estrategia calculada de escalada controlada.

La tensión diplomática se intensificó cuando el entonces presidente Donald Trump amenazó a Venezuela con “consecuencias incalculables” si rechazaba recibir a migrantes que, según su gobierno, Caracas había “obligado a entrar” a territorio estadounidense. Esta advertencia, interpretada por muchos como una amenaza velada de intervención, parece haber acelerado los preparativos defensivos del gobierno venezolano.

Tras semanas de investigación y consulta con expertos en seguridad internacional, emerge un panorama preocupante: dos narrativas opuestas que se alimentan mutuamente, creando un ciclo de provocación y respuesta que reduce el espacio para la diplomacia. Mientras Washington justifica su presencia naval como parte de la lucha antidrogas, Caracas la denuncia como una invasión encubierta y prepara a su población para lo peor.

La revelación final de nuestra investigación apunta a un cambio fundamental en la doctrina de defensa venezolana: la implementación de una estrategia de “guerra popular de resistencia” que transformaría a civiles en combatientes irregulares ante cualquier escenario de intervención extranjera. Este descubrimiento no solo redefine la naturaleza del entrenamiento observado, sino que proyecta sombrías implicaciones para la estabilidad regional en los próximos meses.

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