NUEVA YORK — Warner Bros. Discovery ha instado oficialmente a sus accionistas a rechazar la oferta de adquisición hostil presentada por el conglomerado Paramount Skydance, posicionando la propuesta rival de Netflix como la opción estratégicamente superior para el futuro del entretenimiento digital.
“La Junta de WBD les insta a rechazar la oferta pública de adquisición no solicitada, inferior e ilusoria de Paramount Skydance”, declaró la corporación en una comunicación directa a sus inversores, marcando una clara línea en la arena corporativa.
La disrupción del ecosistema streaming
La puja por Warner Bros. representa un punto de inflexión para la industria. Paramount, desafiando el acuerdo preferido por la directiva de Warner con Netflix, lanzó una oferta pública valorando la acción en 30 dólares, frente a los 27,75 de la plataforma de streaming líder.
Cualquier fusión resultante redefiniría radicalmente el panorama del entretenimiento audiovisual, desencadenando un intenso escrutinio regulatorio por su impacto en la producción cinematográfica, la competencia en el sector del streaming y, crucialmente, el futuro del periodismo televisivo con activos como CNN y CBS News.
Aunque la junta directiva ha mostrado su preferencia, el poder final reside en los accionistas, quienes podrían aún inclinar la balanza hacia la opción de Paramount, que incluiría las gigantescas redes de cable y noticias.
Netflix: Una apuesta por el contenido puro
La propuesta de Netflix se distingue por su enfoque nativo digital: excluye las operaciones de televisión por cable de Warner, buscando una integración más ágil centrada en IP y plataformas de distribución directa al consumidor como HBO Max.
Críticos advierten que esta unión crearía un coloso del streaming con un dominio de mercado sin precedentes, mientras que defensores argumentan que impulsaría la innovación. Los co-CEOs de Netflix, Greg Peters y Ted Sarandos, han defendido la operación como “una victoria para la industria, no su fin”.
Geopolítica, capital y el futuro de los medios
La batalla trasciende lo financiero, entrando en el terreno de la geopolítica y la influencia. La oferta de Paramount está respaldada por billonarios fondos soberanos de Arabia Saudí, Abu Dabi y Qatar, y cuenta con vínculos con figuras como Larry Ellison, cofundador de Oracle.
La sombra de la política es alargada: el expresidente Donald Trump ya ha señalado que el potencial control de mercado será un factor en la aprobación regulatoria, añadiendo una capa de incertidumbre a un proceso ya de por sí complejo.
Warner Bros. ha cuestionado abiertamente la solvencia y estructura de la oferta de Paramount, destacando que la suya con Netflix carece de “contingencias, fondos soberanos extranjeros o colateral de acciones personales”, presentándose como una fusión más transparente y sólida en un mercado hiperconsolidado.
El desenlace de esta contienda no solo decidirá el destino de un gigante mediático, sino que sentará las bases para la próxima era del consumo cultural global, definida por la inteligencia artificial, la hiperpersonalización y la lucha por la atención en un universo digital saturado.















