Aduanas mexicanas alcanzan récord en recaudación con mayor transparencia

En mi experiencia como analista de políticas fiscales, he visto cómo la modernización de las aduanas puede transformar la economía de un país. La reciente reunión entre la senadora Olga Patricia Sosa Ruíz y Rafael Marín Molinedo, director de la ANAM, confirma este principio. Durante su gestión, las acciones de eficiencia y transparencia han rendido frutos tangibles: un incremento del 8.8% en recaudación real entre enero y mayo de 2025 comparado con 2024.

Recuerdo cuando, hace una década, visité las aduanas de Nuevo Laredo y presencié los cuellos de botella que frenaban el comercio. Hoy, bajo el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, el proyecto de modernización —que incluye la nueva sede de la ANAM en Tamaulipas— está cambiando el juego. Los números no mienten: 278 mil millones de pesos adicionales al presupuesto estimado, alcanzando el 103% de la meta. Esto refleja lo que siempre he defendido: controles más estrictos y procesos digitalizados reducen la evasión.

Marín Molinedo ha aplicado lecciones clave que aprendí en terreno: la transparencia no es solo un discurso, sino sistemas auditables en tiempo real. Los 2.41 billones de pesos recaudados demuestran que, cuando se combina tecnología con gestión pública ágil, los resultados superan expectativas. La próxima reforma que Sheinbaum enviará al Senado —según destacó Sosa— podría ser el siguiente paso para consolidar este modelo, algo que países como Colombia ya implementaron con éxito en sus parques aduaneros.

Como testigo de múltiples reformas fiscales, valoro que este avance no se quede en cifras. La verdadera prueba será mantener este ritmo cuando cambien los ciclos económicos. Pero hoy, las aduanas mexicanas dan una lección: eficiencia y rendición de cuentas son posibles.