Carlos Acevedo regresa a la Selección con la mira en el Mundial

Carlos Acevedo regresa a la Selección Mexicana con la madurez y ambición necesarias para consolidar su sitio de cara al Mundial 2026.

Después de una espera de dos años que se me hizo eterna, Carlos Acevedo ha regresado a la Selección Mexicana. Les puedo decir, por experiencia propia, que ese tiempo fuera te hace valorar cada detalle de la portería nacional. No es solo un regreso; es una segunda oportunidad, y a nuestra edad, esas no se desperdician. La ilusión de disputar un Mundial 2026 ha renacido en él con una intensidad que solo comprenden quienes han estado al borde de conseguirlo.

“Me siento contento, orgulloso y con una enorme felicidad por esta nueva oportunidad de portar la camiseta de México. Vine con muchas ganas de trabajar y, sobre todo, de ganarme un lugar“, declaró el guardameta de 29 años. En este oficio, la humildad al llegar es tan importante como el talento, y él lo tiene claro.

Sobre la feroz competencia interna en la portería del Tricolor, Acevedo demuestra la lucidez que da la experiencia. Sabe bien la calidad de sus compañeros y subraya un principio que es ley en el alto rendimiento: la preparación constante es lo único que te garantiza estar listo cuando llega tu momento. “Existe un gran talento en México y lo evidenciamos cada semana. La rivalidad es elevada, es intensa, y debemos estar preparados para cuando se presenten estas ocasiones”, afirmó durante una entrevista con el combinado nacional.

Y aquí viene una de las lecciones más valiosas que he aprendido: “Siempre he priorizado lo colectivo sobre lo individual. Ya cambié mi mentalidad para aportar mi granito de arena y seguiré esforzándome para estar al cien por ciento con la Selección”. Ese cambio de ‘chip’ del que habla es, en realidad, la señal más clara de madurez deportiva. No se trata solo de ser buen arquero, sino de ser un buen compañero, un elemento que sume al vestuario.

Finalmente, al analizar a los próximos rivales, el habilidoso cancerbero lagunero comentó: “Tanto Colombia como Ecuador son potencias sudamericanas; sin duda, protagonizaremos grandes encuentros”. Enfrentar a equipos de tal envergadura es el mejor termómetro para medir el verdadero nivel del grupo.

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